Las sicavs se convirtieron en las pasadas elecciones en un tema de campaña y las grandes fortunas temen que el nuevo Gobierno quiera abanderar la creación de una nueva normativa.
Fuentes del mercado consultadas por este medio aseguran que "meterse en el desarrollo de una modificación del tema de las sicavs es muy peliagudo", pero les preocupa que Sánchez pueda sacarlo adelante si se aferra a la Moncloa.
"Improvisar en este tema sería una irresponsabilidad", expresan las mismas voces, que agregan que existe un temor real en un cambio de régimen tributario, que se ve reflejado en el número de sicavs que han desaparecido y en el repunte de registros de este vehículo por parte de españoles en Luxemburgo.
Y es que el número de vehículos no para de reducirse. A cierre de abril, según datos de Inverco, en España había 2.793 sicavs y hace tres años habían un total de 3.310.
Sánchez tiene "otros jardines" en los que meterse
El mercado también considera que Sánchez tiene "otros jardines" en los que meterse antes y esperan que no haga populismo si realmente quiere hacer una transformación real del sector.
Por otro lado, algunos expertos consideran que tiene "muy poco margen de actuación habida cuenta el variopinto apoyo con el que ha conseguido acceder al poder".
Aseguran que les será prácticamente imposible sacar ninguna ley, pero no descartan que intenten imponer alguna media nueva vía Decreto Ley, aunque no esperan que afecte de manera directa a la economía.
Nacimiento del conflicto
El conflicto con las sicavs comenzó hace varios años cuando irrumpieron en la escena política los nuevos partidos que comenzaron a pedir llevar estos vehículos a la sociedad real y alejarlos de las grandes fortunas, que "sólo los usaban para aplazar el pago de impuestos".
Durante las últimas elecciones generales los cuatro grandes partidos decidieron meter en sus programas electorales distintas reformas para las sivacs. El mensaje más duro fue el de Podemos, que pedía acabar con ellas directamente.
El partido socialista abogaba por limitar el patrimonio de su accionista mayoritario y el PP y Ciudadanos acordaron restringir a un 0,55% del capital el porcentaje mínimo para que un accionista compute entre los 100 que exige la norma para disfrutar de la tributación reducida.
Las sicavs son sociedades anónimas en las que se gestiona un patrimonio financiero mínimo de 2,4 millones de euros proveniente de al menos 100 personas (si bien, sólo una de ellas suele poseer la porción relevante del patrimonio financiero gestionado, controlando así la sicav y relegando al resto de accionistas a la posición de meros 'mariachis' interpuestos por los requisitos regulatorios).
Estos vehículos tributan al 1% en el impuesto sobre sociedades, en lugar de al 25% del común de las empresas.
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