Con absoluta sorpresa recibieron los trabajadores de la planta de Siemens Gamesa en Aoiz (Navarra) la noticia sobre el cierre de la fábrica de palas y el despido de sus 239 trabajadores. Aunque temían un anuncio pronto, con los ojos también puestos en las plantas de Cuenca y Somoza (A Coruña), no esperaban que la noticia fuera el cierre definitivo de la fábrica.
Tanto es así que tan solo cinco días antes, el jueves, el gerente de la planta de Siemens Gamesa en Aoiz prometió en una reunión con el comité de empresa trabajo para la fábrica "al menos" hasta final de año, tal y como confirman a Vozpópuli fuentes conocedoras del encuentro. Por eso, la decisión, anunciada este martes mediante un hecho relevante remitido a la CNMV, pilló desprevenidos y generó "profundo malestar" no solo en la propia planta, sino en el Gobierno foral y el Gobierno central.
En este sentido, durante los últimos días se estaban sucediendo las conversaciones de la empresa con ambos Ejecutivos y con los sindicatos. En dichas reuniones, pese a lo que se preveía, se paralizó el cierre "inminente" de la planta de Cuenca y se pactó un plan de viabilidad para la de Somozas (A Coruña). No se consiguió con la de Aoiz, en la que en los próximos días se comenzará a negociar el ERE.
"El Gobierno está enfadado porque no entiende este cierre cuando España está apostando por las energías renovables y cuando se sitúa como uno de los pilares de la recuperación de la crisis de la covid-19", explican fuentes conocedoras de las conversaciones. En esta línea, en el Ejecutivo tampoco se entiende "cómo una empresa que no se ha acogido a ninguna medida de ERTE para sortear esta crisis anuncia un cierre de una planta".
Consultados por el cierre de la compañía, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica lo consideran "lamentable" y aseguran que el Gobierno trabajará con la Comunidad foral por encontrar "alternativas" y articular "soluciones" para los casi 240 trabajadores. En este sentido, se remiten al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) aprobado por el Ejecutivo, que prevé que en España haya instalados hasta 60 GW 'verdes' en 2030.
Se cumplieron así los peores presagios de los sindicatos, que en octubre alertaron del peligro para las plantas españolas por la compra de la fábrica de palas de Senvion En Portugal. "Es muy grande, está cerca del puerto y los costes laborales son más barato que en España", aseguran desde UGT, que miran a esta adquisición como causa del cierre.
Palas pequeñas y lejos de la costa
Con todo, Siemens Gamesa lo justifica alegando que la planta "no es competitiva para producir las enormes palas" de los modelos de la nueva generación de turbinas terrestres (onshore) en las que quiere trabajar la compañía, con rotores de hasta 170 metros. La fábrica navarra está especializada en el modelo SG 3.4-132, con un rotor de 132 metros, principalmente para el mercado doméstico.
"Sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano, hacen inviable su competitividad para la exportación", aseguró Siemens Gamesa en el comunicado.
Así, Alfonso Faubel, CEO Onshore de Siemens Gamesa, reseñó que "tras analizar durante los últimos meses todas las opciones posibles, hemos llegado a la
conclusión de que no hay otra alternativa". "En las circunstancias actuales, tenemos la obligación de tomar las medidas necesarias para garantizar la viabilidad a largo plazo de esta compañía, así como el empleo de las más de 24.000 personas que trabajan con nosotros en todo el mundo, incluidas cerca de 5.000 en España”, añadió.
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