Economía

Los siete magníficos dominan los mercados financieros. ¿Quiénes sobrevivirán?

Las ‘Big Tech’ se han convertido desde 2020 en mucho más que valores que lideran no solo Wall Street, sino también las bolsas globales. Sus movimientos han sostenido los máximos en Wall Street en un entorno de mantenimiento de tipos de interés y contagian en positivo a los valores europeos del sector. Pero su prevalencia, ¿seguirá vigente más allá de 2024? Descubrimos si su reinado puede durar a cuenta de la IA

Bienvenidos al maravilloso (y salvaje) mundo de la innovación absoluta. Ese increíble, pero siempre cruel universo donde nacen, crecen y se desarrollan las grandes tecnológicas de EEUU, las reinas absolutas del castillo de la IAG, la Inteligencia Artificial Generativa que se espera domine el mundo.

Un mundo en el que incluso la denominación de las, ‘las 7 magníficas’ acuñado el pasado año por el analista de Bank of America, Michael Hartnett, ya se ha quedado desfasado, porque nadie considera ahora mismo dentro de ese grupo a un Tesla caído en desgracia frente a un Broadcom en claro ascenso.

El reinado de las '7 magníficas'

Representan ahora mismo el 31,5% del S&P 500, pero hasta hace cinco meses eran el 29,4% del indicador de indicadores de referencia global. Y todo empezó con la pandemia, hasta entonces, eran preponderantes en el índice, pero significaban mucho menos, algo más de la mitad de ese porcentaje.

La traslación bursátil es más que clara: en este 2024, en el que los mercados financieros esperaban numerosas bajadas de tipos de la Fed y de momento no se ha producido ninguna, hemos visto máximos consecutivos de Nasdaq OMX y del S&P 500 apoyados básicamente por estos valores.

Hay otro factor más importante si cabe: no hay que dar a nadie por perdido. Baste decir que a Apple se la daba por más que rezagada este año con sus caídas en los primeros meses del año, pero su vuelta de tuerca sobre la IA le ha vuelto a posicionar entre lo mejor del sector.

Aunque la gran progresión entre las grandes tecnológicas americanas tiene un nombre tan mediático como único:NVIDIA, que ha superado los 3 billones en capitalización para colocarse al frente de todas ellas, ha hecho su primer split, eleva el dividendo y se revaloriza más de un 732% desde sus mínimos de octubre de 2022.

¿Existe una burbuja tech?

Muchos se preguntan, no sin razón en los mercados, si este abismo abierto por estas empresas, con sobrecompra incluida frente a otros valores en Wall Street, no se asemeja a la burbuja creada por las punto.com en el siglo pasado.

Antonio Castelo, analista de iBroker destaca que en estas Big Tech la diferencia es clara: “porque han conseguido monetizar sus logros, no es que generen resultados positivos, es que crecen en tasas interanuales en porcentajes muy elevados, generan caja sin necesidad de usar financiación ajena. Es la capacidad de estas empresas para generar beneficios, algo que las puntocom no pudieron hacer”.

Y avanza además que “las que no lo puedan hacer a futuro, nos darán la pista para ver una sobrevaloración bursátil en ellas. Creo que de estas empresas vamos a seguir hablando de ellas durante mucho tiempo. Estas y alguna más que se incorpore en el horizonte temporal”.

También ese aspecto camaleónico les hace variar de piel en cada momento. Y si no, que se lo digan a Meta (Facebook), que, en 2021, también por aspectos de imagen, mutó desde Facebook con la idea del ya olvidado Metaverso, que por entonces dominaba el futuro del sector. Ahora ha vuelto a reverdecer, dejando atrás los escándalos de Cambridge Analitics y resurgiendo cuál Ave Fénix con sus fuertes recortes de gastos y visualizando la IA como propia.

Pero sus caídas sí pueden representar un efecto pernicioso de gran calibre. Los máximos en los índices pueden crear un espejismo y una dependencia difícil de encajar mirando a futuro. Porque estamos viendo el lado más amable de estas compañías, tanto con ganancias a doble e incluso a triple cada trimestre. Pero… ¿Qué pasará cuando su luz, no ya se apague, sino que deje de brillar con tanta intensidad como hasta ahora? Son preguntas importantes que nos deberíamos hacer.

¿Hay tecnología en Europa?

Responder a esta cuestión tiene una parte positiva y otra negativa. La más favorable viene de esta ola de apoyo bursátil tech en EEUU del que se han contagiado las empresas europeas que cotizan en los mercados bursátiles del Viejo Continente.

Ahí tenemos el ejemplo de la alemana SAP (software) o la de los Países Bajos ASML (semiconductores). Esta última ha superado incluso a la todopoderosa del lujo LVMH en capitalización y ambas se colocan entre las 50 mayores de todo el planeta.

La desfavorable pasa por el escaso número de representantes en las bolsas europeas a pesar de haber ganado fuerza en el último año. Valores como Infineon, ASM, Lagercrantz Group, Softcat, Sopra Steria, Prosus, Nemetschek o Capgemini son algunos de esos representantes. 

En el caso español, Amadeus, Telefónica o Indra destacan en el Ibex 35, pero claramente muy por debajo del peso global.

El caso chino: de las BATX a TSMC

Sobra decir que las macroempresas chinas son las únicas que pueden hacer sombra a las estadounidenses. Pero la injerencia de las autoridades del Politburó en el día a día, en la regulación y en la toma de decisiones, como la obligación de vender empresas de cada grupo o las opiniones negativas sobre los videojuegos, ha mermado claramente tanto su evolución en términos de credibilidad de cara a los inversores como su progresión bursátil.

El más claro ejemplo es Alibaba donde la injerencia ha sido de tal calibre que hizo salir a su fundador, Jack Ma, por sus críticas a la banca tradicional china ante la fallida salida al mercado de Ant Group, la Fintech de la compañía.

Pero también Tencent, Baidu o Xiaomi, las denominadas BATX, que han perdido tanto presencia como poder en la sociedad china frente a otras compañías. A esto se suma la guerra comercial y por el poder tecnológico con Estados Unidos. 

Caso aparte, merece la primera de las empresas más capitalizadas del mundo en el sector no estadounidense, la taiwanesa TSMC, la octava mayor con más de un billón en ciernes, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, que ya superaba en febrero a Intel y a Samsung en beneficios.

La demanda de la IA, que preside todo en estos momentos, le lleva a dominar por encima de un 68% el mercado global, frente al 12% de Corea del Sur y de EEUU y el 8% de China.  Además el valor, gracias a sus buenos resultados de ventas, alcanzaba nuevos máximos en la bolsa de Taiwan con récord histórico.

El futuro tecnológico

En UBS consideran que “en los próximos meses, esperamos que el gasto en IA se mantenga sólido y prevemos que se tocará fondo en mercados finales como los de PC y teléfonos inteligentes. Las ganancias tecnológicas se encuentran entre las más sólidas durante la temporada de resultados del primer trimestre, con revisiones en el sector, superando al resto del mercado”.

Desde Bank of America no lo tienen nada claro. Y alegan hasta cuatro factores para poner en duda su reinado en lo que queda de año. Desde un crecimiento que liderarán otras compañías, caso de las acciones cíclicas y de valor, también por la pérdida de impulso en las ventas y gracias a que otras empresas, con más flujo de caja y mayor rentabilidad por dividendo, les ganen la partida.

Sobre valores concretos, para JPMorgan su gran apuesta entre las tecnológicas o su ‘Top Pick’ como ellos lo denominan es Microsoft. Al cierre del primer trimestre y ante el futuro de la IA, poseían 127,7 millones de acciones del gigante tecnológico.

Para Pablo García, director general de Divacons Alphavalue “es muy difícil establecer previsiones a futuro porque hoy una empresa puede liderar y luego quedarse atrás, porque sus apuestas no funcionan. Lo hemos visto con el metaverso, que sigue teniendo muchas aplicaciones, pero no es lo que prometía”.

Sobre todo, nuevas empresas y además sectores esenciales a los que, hasta la fecha, no les hemos prestado la atención que merecen en un entorno cada vez más dependiente del ámbito tecnológico.

Pablo García habla de “la ciberseguridad a la que no damos, ni de lejos, la importancia debida. Se invierten miles de millones en nuevas tecnologías, pero no en su seguridad, y eso nos puede pasar una elevada factura. Ya lo estamos viendo con los ciberataques a las empresas y los estados. Ahí también hay mucho trabajo por hacer para no volvernos, con la dependencia tecnológica que tenemos, completamente vulnerables.”

Cambios que irán mucho más allá de la nueva preeminencia de la cazadora de cuero en plan motero del CEO de Nvidia Jen-Hsun Huang y de su tatuaje de la firma en su hombro, al look, siempre informal, como marcan los cánones tech, del CEO de Apple, Tim Cook o del de Meta, Mark Zuckerberg.

En definitiva, tres americanos, dos indios y un coreano del sur dominan el día a día de la tecnología global que manejamos todos…de momento.

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