La principal convocatoria del primer gran proyecto vinculado a los fondos europeos Next Generation EU, formalmente conocidos como Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), se ha resuelto dejando sin asignar el 75% del dinero, o lo que es lo mismo, tres de cada cuatro euros presupuestados.
En concreto, de los casi 2.975 millones dispuestos para la parte industrial del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC), únicamente se han adjudicado 703 millones, según consta en la resolución provisional del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Es decir, que 2.300 millones han quedado sin repartir. Al PERTE se habían presentado 13 consorcios liderados por las grandes empresas automovilísticas y que implican a una gran cantidad de pymes, de los que han resultado excluidos tres. Seat, Renault, Mercedes-Benz, Ford, Opel, Fagor, Faurecia, Sapa, Irizar y Hub son las grandes 'casas' que encabezan los proyectos elegidos.
Industria cuantifica en la resolución que estos diez proyectos suman un presupuesto financiable de 1.766 millones, de los que se ha asignado una ayuda total de 703 millones, 476 millones en subvenciones y 226 millones a través de préstamos. Esto supone que las empresas adjudicatarias no han recibido ayudas por la totalidad del volumen del proyecto o importe solicitado.
Industria ha dejado fuera del reparto inicial los proyectos de Stellantis para sus plantas de Vigo y Madrid, el de Envision y Acciona para la instalación de una planta de fabricación de baterías en Navalmoral de la Mata (Cáceres), y el de Rieju para el desarrollo de vehículos eléctricos ligeros. En los tres casos, Industria alega que los proyectos no cumplen con la estructura mínima del PERTE y, por tanto, "no puede ser objeto de ayuda".
Miguel Ruiz Vela, consultor senior de la unidad NextGenerationEU de LLYC comenta a Vozpópuli las dos posibles explicaciones de que cerca de 2.300 millones no hayan sido asignados provisionalmente a ningún proyecto.
"La primera sería que la convocatoria no ha recibido el nivel de solicitudes que se esperaba o por el volumen inicialmente esperado. La segunda, que el volumen de las solicitudes era el esperado, pero que las tres solicitudes más grandes que optaban a la mayor parte de la dotación de la convocatoria se han quedado provisionalmente fuera por los defectos de las solicitudes previamente mencionadas", explica el experto.
En este sentido, Ruiz Vela concluye que "lo más probable es que sea una combinación de ambas, no obstante no podemos saber con exactitud cuál de los dos factores ha tenido más peso al desconocer cual es importe de ayuda pública que solicitaba cada una de las solicitudes rechazadas provisionalmente".
Año y medio para arrancar el PERTE
Ahora las empresas, tanto las admitidas como las desestimadas, tienen un plazo de hasta 15 días desde que se les comunicó la resolución para presentar alegaciones, por lo que las solicitudes inicialmente rechazadas podrían aprobarse definitivamente y las aprobadas, lograr mayores dotaciones.
"Como en cualquier trámite administrativo, ahora se pueden presentar mejoras a los proyectos o subsanar aquellas cosas que haya podido dejar fuera", explican desde el Ministerio de Industria, que insiste en que la resolución es "inicial y provisional" y hay "margen de mejora".
Después, fuentes conocedoras de los procesos administrativos indican que el Gobierno dispone de unos dos meses para publicar la resolución definitiva y cerrar la adjudicación, con lo cual es posible que los proyectos no arranquen hasta finales de este año o inicios de 2023, cerca de un año y medio después de anunciarse este primer PERTE.
La convocatoria más 'grande'
Los 2.975 millones de euros corresponden a la parte industrial del PERTE VEC, que se completa con las ayudas del Plan Moves III, el Programa Moves Proyectos singulares, el Programa Tecnológico de movilidad sostenible del CDTI, inteligencia artificial y vehículo conectado hasta llegar a un total de 4.300 millones de euros.
Es decir, que la convocatoria mencionada supone cerca del 70% de las ayudas públicas totales que conforman el tercer PERTE con mayor presupuesto público, sólo por detrás del PERTE Chip (12.250 millones) y el de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (6.920 millones).
Construcción de plantas de baterías, fabricación de nuevos modelos de coches eléctricos, cargadores o aplicaciones del hidrógeno a la movilidad figuran entre los diversos proyectos que se han presentado a la convocatoria del PERTE del vehículo eléctrico tras ampliar el plazo en dos ocasiones ante la tardanza en conformar en los consorcios y en configurar los proyectos por la complejidad técnica.
Además, en el último informe de seguimiento de los Next Generation, CEOE recordaba que la convocatoria de este primer PERTE aprobado en Consejo de Ministros hace ya más de un año (el 13 de julio de 2021) inicialmente condicionaba a que el 30% de las ayudas del consorcio recayeran sobre pymes pero, dadas las complicaciones para cumplirlo, se flexibilizó esta exigencia.
Según los datos que maneja el Ejecutivo, el desarrollo del PERTE del vehículo eléctrico prevé una inversión total sumando la parte pública y la privada de más de 24.000 millones de euros hasta 2023 y crear unos 140.000 nuevos empleos, mientras que la contribución al PIB se situaría entre el 1% y el 1,7%.
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