Los sindicatos que forman parte de los comités generales de Adif y Renfe temen que el traspaso de la gestión de Rodalies a la Generalitat de Cataluña sea un primer paso para trocear las compañías en 17 pequeñas empresas, una por cada cada comunidad autónoma.
Los sindicatos Semaf, CC.OO., UGT, CGT, SF y SCF han confirmado la convocatoria de las cinco jornadas de huelga de 24 horas anunciadas este pasado martes en protesta por el traspaso de la gestión de los servicios de trenes de cercanías de Cataluña acordado entre PSOE y ERC.
Las movilizaciones afectarán de lleno al puente de la Constitución, dado que se llevarán a cabo los próximos días 24 y 30 de noviembre, y el 1, 4 y 5 de diciembre.
El portavoz del Sindicato Ferroviario, Rafael Escudero, ha explicado que uno de los riesgos más graves que se corre con el acuerdo sobre Rodalies es que "cunda el ejemplo y el resto de las comunidades autónomas también soliciten que se haga la transferencia de las cercanías".
Falta de inversión
Ha recordado que se trata de dos empresas con 15.000 trabajadores cada una, por lo que si se fraccionan en 17 pequeñas por cada comunidad autónoma, las condiciones de trabajo, las salariales y el futuro y la estabilidad en el empleo se pondrían en cuestión.
En Cataluña, entre ambas empresas cuentan con unos 4.000 trabajadores, de los que 2.500 pertenecen al grupo Renfe y 1.500, a Adif.
Para los sindicatos, la medida es "absolutamente innecesaria" porque el cambio de titularidad no soluciona los problemas que están padeciendo todos los núcleos de cercanías, no sólo de Cataluña, y, en cambio, lo que sí lo hace es el atender, vigilar y mirar por qué se producen las incidencias.
Y, en su opinión, se deben a que no se puede reparar bien los vehículos en los talleres porque no hay repuestos para hacerlo y, por tanto, salen a circular no en las condiciones más óptimas "y eso hay que solucionar, pero no se arregla poniendo el nombre de Pere Aragonès en la titularidad del servicio".
Para el dirigente sindical, "las graves deficiencias que estamos padeciendo las empresas públicas se deben a la falta de inversión y una política erróneo de los diferentes gobiernos a lo largo de los años que ha provocado un deterioro grave en la infraestructura y el material y que está llevando a que la gente se piense que transfiriendo los servicios a la comunidades autónoma se van a solucionar los problemas, ha detallado.
Para CGT, es un ataque grave al conjunto del sector ferroviario de ambas empresa públicas y, en el caso de Renfe, por partida doble porque además del traspaso de Rodalíes se pretnde llevar a cabo una "privatización encubierta" del servicio de Mercancías.
Camino de la segregación de las empresas públicas
La secretaria general del sector ferroviario de CCOO, Pepa Páez, ha matizado que los sindicatos no se oponen al traspaso de competencias, sino a que eso suponga una segregación de las empresas públicas.
Las organizaciones entienden que debe haber figura jurídica suficiente para como que sea posible la creación de una empresa pública compartida por la Generalitat y el Ministerio de Transportes que no suponga que los trabajadores se desliguen tanto del grupo Renfe como del de Adif.
Los sindicatos estarían dispuestos a entrar en una negociación que contemplara esa premisa de intentar de evitar la segregación de ambas empresas públicas.
En cuanto a la infraestructura, a su juicio, es prácticamente inviable lo que se está proponiendo porque la ley del sector ferroviario contempla que solo podrían ser trasferidas aquellas líneas donde exclusivamente circularan trenes de ese ámbito.
Según Páez, es muy complicado en una red como la que tenemos porque "aunque haya tramos donde efectivamente solo circulen Rodalies, seguramente se entrecruzan y comparten parte de la línea con otra, donde circulan o bien trenes de mercancías o bien comerciales que salen y entran en esta comunidad autónoma".
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