El estilo negociador de José Luis Escrivá vuelve a generar controversia en el tramo final de la reforma de las pensiones y está molestando especialmente a los sindicatos. Las centrales ya negocian directamente con Podemos, ERC y Bildu la subida de bases máximas y que no se incluya la del cómputo a 30 años que ha planteado el Gobierno. Así lo trasladan desde CCOO y UGT, que lamentan que el ministro de Inclusión trate de utilizar monedas de cambio y filtraciones para que acaben dando su aval al aumento del cómputo, que se niegan incluso a negociar.
Desde hace meses, los sindicatos ya venían advirtiendo de que a esta medida, que ha comprometido el Gobierno con Bruselas en el Plan de Recuperación, no es que le pongan "una línea roja, sino 10 líneas rojas". Exactamente la posición de Podemos, que comparten ERC y Bildu. Llegado el momento de negociarla, Escrivá primero ha retrasado su oferta hasta casi el tiempo de descuento, y cuando ya no ha tenido más remedio que hacer algún planteamiento, ha confiado en lograr el aval de CCOO y UGT compensándola con la subida de bases máximas. Ante la evidencia de que esto no era suficiente, ha introducido una moneda de cambio, el contrato de relevo.
El ministro también ha tenido desavenencias con los grupos parlamentarios, incluidos los socios del Gobierno, por llevar reformas sin negociar con el Parlamento para que se aprueben en 48 horas, como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) hace un año. Ahora, al haber convocado tarde a la mesa del diálogo social para los flecos que quedan, ha alentado que los sindicatos negocien con los Grupos Parlamentarios.
Sin embargo, lejos de los cauces que quiere el Gobierno, los sindicatos negocian con los socios de Pedro Sánchez una reforma de las pensiones a medida, en la que se excluye la subida del cómputo y se busca elevar más las bases máximas.
Los sindicatos quieren evitar lo que ocurrió con la reforma laboral, que se aprobó por un voto por el error de un diputado del PP y con el rechazo de ERC, PNV y Bildu.
CCOO exteriorizó ayer su malestar con el ministro y transmitió que no está de acuerdo con la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones porque "no lo ve necesario. Más allá de las informaciones de algún medio o de filtraciones interesadas, el sindicato no es que no vaya a acordar, es que no va a negociar, ninguna medida que no vaya avalada por un consenso suficiente en materia de pensiones, como siempre ha ocurrido en esta materia".
En declaraciones hechas desde las instalaciones de ENCE en Pontevedra, Unai Sordo ha afirmado que la modificación del periodo de cálculo de la base reguladora de la pensión "ni siquiera está entre las recomendaciones del Pacto de Toledo".
Por tanto, el sindicato "niega que esa ampliación se esté negociando a cambio de la extensión o prórroga del contrato de relevo. Esta extensión es una reivindicación sindical en esta mesa, al igual que la mejora de ingresos de la Seguridad Social a través del destope de bases máximas, la mejora de las pensiones mínimas o la mejor cobertura de las lagunas de cotización". CCOO plantea extender los contratos de relevo de la automoción a otros sectores.
Este malestar se trasladó este miércoles en respuesta a informaciones sobre que Escrivá les ofrece el contrato de relevo a cambio de que den su brazo a torcer con la ampliación del cómputo.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, rechazaba de plano la ampliación del cómputo en RNE este martes y ponía el foco sobre lo que cree que falta: "Lo que es necesario es una reforma integral del sistema de pensiones con la que se solucionen injusticias manifiestas como los problemas de equidad entre hombres y mujeres, qué pasa con las largas carreras de cotización, el mantenimiento de los contratos de relevo o qué sucede con quienes tienes cotizados 30 años, pero no han cotizado los últimos 10 y no tienen derecho a prestación", ha explicado.
El contrato de relevo
Las fuentes sindicales consultadas por Vozpópuli insisten en que los contratos de relevo no van a ser una moneda de cambio y destacan que los reclaman los sindicatos pero también CEOE, Anfac y el sector del automóvil, por sus efectos positivos en la economía.
Interpretan que CCOO quiera extenderlos a otros sectores en que tiene menos poder en el sector de automoción.
El contrato de relevo es una figura contractual que suele utilizar la industria de automoción, que permite la sustitución de un trabajador que accede a la jubilación parcial. Se celebran simultáneamente dos contratos, uno para reducción de la jornada de la persona que se jubila parcialmente y otro con la persona que viene a sustituir al que se jubila en la parte de jornada que se reduce.
El Real Decreto-ley 20/2018, de 7 de diciembre, de medidas urgentes para el impulso de la competitividad económica en el sector de la industria y el comercio en España, prorrogó hasta el 1 de enero de 2023 la aplicación del contrato de relevo.
La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT FICA) ha reclamado al Gobierno que prorrogue esta modalidad de contrato, que permite rejuvenecer las plantillas al estar vinculado a la jubilación parcial, ya que, en su opinión, "ha demostrado ser un instrumento eficaz para el sector". Según UGT FICA, ha ayudado a solventar problemas "acuciantes" del mercado laboral español como el envejecimiento de las plantillas y las dificultades de los jóvenes para acceder a empleos "en condiciones dignas y de calidad".
En esta negociación entre sindicatos y grupos parlamentarios, CEOE queda de nuevo fuera. Antes de reanudar la mesa de negociación este lunes, Inclusión venía manteniendo reuniones informales bilaterales con los sindicatos a espaldas de la patronal. Escrivá también quiere extender el MEI hasta 2050 para recaudar 70.000 millones más, como exige Bruselas, una iniciativa que los sindicatos ven con buenos ojos y que las empresas rechazan.
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