Casi 5.000 bancos han desaparecido del mapa de la Unión Europea en el último año. Es el balance que hace de la crisis financiera el Banco Central Europeo (BCE) que asegura que en el caso español 34 bancos e instituciones de crédito han desaparecido en los últimos doce meses (un 8,2% del total). Desde 1999, en España el número de entidades que componen el sistema financiero se ha reducido un 37,3%, el tercer mayor recorte de toda la Unión Europea sólo por detrás de Francia (46,2%) y Holanda (58,7%), según los datos internos del propio BCE.
La llamada “consolidación” del sistema financiero deja a España a día de hoy con 381 instituciones financieras operativas frente a las 415 del año pasado y las 608 con que contaba a principios de los 90. Pese a que desde los niveles previos a la crisis España es uno de los países que más ha recortado el número de entidades de crédito en su mercado financiero, el nivel del último año sugiere que el ritmo del ajuste se está frenando ya. De hecho, en los últimos doce meses han desaparecido del mapa el 8% de las instituciones españolas, frente a 30% de consolidación en Eslovaquia, el 22% de Luxemburgo o el 9% de Francia.
El diseño del ministerio de Economía y del Banco de España pasaba, precisamente, por agrupar aún más al sector de la banca, tal como publicó Vozpópuli a comienzos del año pasado. El ministerio planteaba un mapa de cinco grandes entidades bancarias y cinco pequeñas que sigue construyéndose a día de hoy.
El riesgo de esa tendencia estriba en la posibilidad de que menos entidades supongan menos competencia y que ello desemboque en una situación de oligopolio. De ello advierten tanto los expertos en el sector como las asociaciones de usuarios de banca.
Una tendencia generalizada en la Unión Europea
Con respecto a los niveles previos a la crisis, el sector de banca e instituciones de crédito ha menguado un 17% pese a que, durante ese tiempo, se han incorporado a la Unión Europea Bulgaria y Rumanía con sus bancos nacionales. De hecho, las grandes ampliaciones de la UE no han dado lugar a más entidades sino a casi un 30% menos de las que se contabilizaban al comienzo de la década.
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Mientras eso ocurría --según denuncia el propio Banco de España-- las entidades han cobrado más a sus clientes por los préstamos y les han pagado menos por sus ahorros. Según el último boletín del Banco de España en una encuesta especial sobre préstamos bancarios, “las condiciones aplicadas a los préstamos continuaron haciéndose más onerosas, especialmente en los márgenes aplicados”. En la actualidad, según esas cifras, los créditos al consumo se cobran ya al 7,5% mientras que la rentabilidad que los bancos pagan a sus clientes por sus depósitos alcanza el 1,72%, incluso después de haber experimentado una subida del 0,22% en el último mes.
Los usuarios también coinciden en ese diagnóstico. Según el análisis del equipo técnico de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE), los bancos que han recibido fondos públicos para seguir adelante han duplicado las comisiones que cobran a sus clientes desde los niveles previos a la crisis. Mantener una cuenta corriente abierta se ha encarecido un 142%. Liberbank y Caja3 son quienes más cobran. Las cuotas anuales de las tarjetas de crédito se duplican: Catalunya Caixa y Bankia son las más caras.