"La pandemia del coronavirus podría ser el catalizador del aumento de teletrabajo en el futuro", avisa la consultora de inversiones inmobiliarias Colliers, siguiendo la estela abierta por el pronóstico de una eventual menor tasa de utilización de las oficinas en el futuro de otra consultora de inversiones inmobiliarias, JLL.
Colliers puso en marcha a mediados del pasado mes de marzo una encuesta digital que ha obtenido ya respuestas de unos 3.000 empleados y directivos -algunos de ellos, clientes de la propia consultora- de 25 países (incluido España) según señalan desde la consultora a Vozpópuli.
En virtud de los resultados obtenidos hasta ahora por el sondeo -se espera un informe definitivo a finales de este mes-, desde Colliers ya se atreven a pronosticar un impacto de la actual crisis en el mercado de oficinas a nivel global más allá de lo que duren las medidas de confinamiento.
"Ya está claro que mucha gente se está adaptando al trabajo desde casa, y que es probable que quieran continuar con un cierto nivel de teletrabajo durante una parte de la semana, incluso cuando puedan volver a sus oficinas", afirma Chris McLernon, CEO de Colliers para Europa, Oriente Medio y África. "A más del 70% de las personas que nunca habían trabajado desde casa antes de la Covid-19 les gustaría trabajar de forma remota en el futuro, al menos un día a la semana. Esto tendrá un impacto significativo en las necesidades de espacio de las empresas", añade Miguel Ángel Falcón, Managing Director de REMs & Technical Services y responsable de Workplace Advisory de Colliers en España.
"Es una encuesta de opinión, lo que pasará en la realidad global y en la de nuestro país lo veremos después de que finalice la crisis"
El 82% de los encuestados afirma que les gustaría teletrabajar uno o más días de la semana, un 53% considera que su productividad no ha variado y un 24% que ha aumentado. El 55% se considera capaz de realizar su trabajo "mejor o mucho mejor desde casa que estando en la oficina" mientras que un 58% considera que puede colaborar más con sus compañeros en la oficina.
"La productividad ha aumentado sobre todo en los servicios financieros, servicios profesionales y la industria tecnológica y ha disminuido más en el sector jurídico y en el de la educación y la investigación", añaden desde la consultora, haciéndose eco de los resultados de la encuesta.
"Es una encuesta de opinión, lo que pasará en la realidad global y en la de nuestro país lo veremos después de que finalice la crisis", se limitan a responder desde Colliers España a este medio sobre el impacto o no que puedan tener las tendencias antes referidas en el inmobiliario español en general y en las socimis del Ibex 35 en particular, Merlin y Colonial, cuya principal fuente de ingresos actualmente pasa por el mercado de oficinas.
La visión de la Asociación Española de Oficinas
"Sin duda nos encontramos ante una crisis de dimensiones desconocidas. La virulencia de la propagación de la Covid-19 en un mundo globalizado está produciendo efectos en la sociedad sin precedentes. Está claro que los más importantes son los que se refieren a la salud, pero las consecuencias sociales y económicas van a ser, con toda seguridad, muy importantes", afirmaron desde la Asociación Española de Oficinas en una nota el pasado 24 de marzo.
Paralelamente, esgrimían: "En estos momentos de dudas y de ausencia de certidumbres, el terreno parece abonado para la difusión de opiniones y predicciones que en ocasiones son obviedades y otras, ocurrencias fuera de lugar. Nuestra Industria lleva, desde hace años, apoyándose en la tecnología para el desarrollo parcial de sus actividades. En la situación actual, es evidente que las tecnologías de la información están atenuando los efectos del confinamiento, pero también se están poniendo de manifiesto sus limitaciones. Es evidente que los procesos de producción, distribución y comercialización de bienes y servicios no pueden ser soportados únicamente por el teletrabajo. Los modelos físicos y presenciales son y serán esenciales para el desarrollo social, económico y cultural".
Por su parte, ni Merlin ni Colonial han hecho declaraciones a preguntas de este medio sobre el asunto.
El contexto de Merlin y Colonial
Las cuentas de Merlin muestran que la inmobiliaria, aún con una creciente e importante apuesta por activos logísticos (117 millones invertidos en 2018 y 2019, frente a 54 millones en oficinas), encuentra en el arrendamiento de oficinas su principal fuente de ingresos. Su mayor apuesta de futuro pasa por la operación Madrid Nuevo Norte, el mayor proyecto urbanístico de España y del continente.
Con una facturación de 511 millones de euros en 2019 (alrededor del 90% del negocio en España y el otro 10%, en Portugal), desde la socimi dirigida por Ismael Clemente han reivindicado en los últimos días contar con "una cartera de activos y clientes muy diversificada", operando en oficinas (45% de los ingresos por rentas), centros comerciales (21%), logística (16%) -de la que ha dicho percibir un incremento de la demanda-, arrendamientos netos de largo plazo (15%) y otros (2%).
En una comunicación a inversores en la que anticipó bonificaciones de rentas a clientes, la socimi estimó que el impacto de la crisis en sus cuentas no superará el 10% de la facturación - si el confinamiento se mantuviera hasta julio inclusive- y se ha mostrado confiada en afrontar la crisis tirando de una posición de liquidez de más de 1.085 millones de euros al cabo del último año que no afronta vencimientos de deuda hasta 2022.
La capitalización bursátil de Colonial bordeaba los 4.400 millones y la de Merlin superaba los 3.800 a cierre de este martes; ambos rondaban los 6.000 millones a principios de año
Colonial, centrada en oficinas (el 76% corresponde a activos de oficinas en distritos financieros) tras vender su logística a la estadounidense Prologis, viene de cerrar su mejor año en facturacion. Respecto a su negocio en España, sus últimas cuentas detallan una elevada exposición a arrendamientos de menos de cinco años. De los 450 millones de euros en cobros mínimos futuros por arrendamientos que la socimi tiene previstos en España solo unos 45 millones corresponden a contratos de más de cinco años, mientras que 140 millones son contratos de menos de un año. Por Francia, paralelamente, espera 1.000 millones, de los que 424 millones corresponden a contratos de más de 5 años.
"Nuestra cartera de clientes está altamente diversificada entre muchos sectores diferentes e incluye inquilinos de primer nivel como McKinsey, Freshfields, Netflix, Facebook, Naturgy, Exane y GRDF entre otros, y cuentan con un alto grado de fidelidad: el 78% de nuestros clientes permanecen en activos de Colonial entre 5 y 10 años", aseguró la inmobiliaria presidida por Juan José Bruguera en una reciente comunicación a inversores, en la que informó de "retrasos puntuales en algunos" de sus proyectos a raíz de la crisis del coronavirus pero no dio cuenta de un cálculo de impacto en la facturación, si bien aseguró que permitiría aplazar pagos a los clientes con dificultades.
"Colonial tiene un perfil de financiación a largo plazo, con el 79% del vencimiento de la deuda del Grupo a partir de 2023 mayoritariamente con un coste fijo de la deuda. Las líneas de crédito disponibles y caja superaban los 2.000 millones a 31 de diciembre de 2019. La actual liquidez neta de Colonial cubre en más de cuatro veces los vencimientos de los 4 próximos 24 meses y que corresponden al vencimiento de 350 millones en bonos de Francia", reivindicaron desde la inmobiliaria catalana.
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