Para Francisco Marín no hay competitividad ni riqueza sin investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Y, en este momento, el director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) cree que esa innovación está en mano de las startups. ¿Por qué? Por esa mezcla de flexibilidad y agilidad que le da a las empresas emergentes un margen de ventaja frente a las empresas tradicionales, que -ante la necesidad- no han tardado en buscar alianzas con los emprendedores.
En una entrevista con Vozpópuli, Marín ha presentado las opciones que ofrece el CDTI -la entidad encargada de canalizar las solicitudes de financiación y apoyo a los proyectos de I+D+i de empresas españolas- a las startups. Asimismo, ha analizado el peso de las corporaciones y el capital privado en el ecosistema emprendedor.
"Está viniendo capital extranjero importantísimo para meterse en el private equity y en el venture capital", sostiene el director, que -preguntado por la situación con Cataluña- dice no creer "que llegue a tener un impacto" en la inversión extranjera.
¿Cuáles son los planes y las fórmulas de inversión que tienen desde el CDTI para las startups?
El CDTI tiene un objetivo global y, por lo tanto, no está orientado a un segmento particular. Queremos, con mucha ambición, cubrir desde la idea más temprana hasta el gran existazo de una compañía multinacional. Nuestro portafolio de instrumentos es abierto. Y tenemos foco en el sector startup, porque ahí está en buena medida el germen del crecimiento. ¿Cómo hacemos para distinguir ese modelo del resto?
1) apostando por el capital semilla, hemos creado fondos con gestores privados -porque el CDTI no invierte directamente en las empresas-;
2) para las que ya pasaron la etapa de capital semilla, hay una herramienta que es Neotec, un instrumento del CDTI para hacer que una idea de empresa tenga dinero suficiente como para hacer la demostración de que eso puede ser lanzado;
3) si la empresa ha tenido éxito con esa subvención -que puede ser de 250.000 euros a fondo perdido-, podrá solicitar otros instrumentos del CDTI;
4) el año que viene vamos a desarrollar las pruebas de concepto, para alguien que ha tenido una idea y quiere materializarla. Será también a fondo perdido y más corto para determinar pronto si vamos o no por buen camino.
¿Qué criterios emplean para determinar en cuáles proyectos invertir?
Es un acto de fe. Y no es un acto de fe. Se nota. Hay varias cosas: el equipo, el emprendedor, su compromiso, lo que hablan... En una conversación de no mucho tiempo puedes detectar si el equipo está comprometido. Luego con la experiencia en asesoría se corregirá un poco el tiro; hay emprendedores que piensan que han inventado la rueda y se les puede iluminar y decirles que aunque la idea es muy brillante hay que graduarla unos 25 grados, porque por donde van no van a llegar a ningún lado. Es una detección de personas y de ideas.
Menciona los programas del CDTI para las fases más tempranas. ¿Qué pasa con aquellas startups que requieren grandes cantidades de dinero?
Depende. Caricaturizando, pueden pedirme 20 millones de euros y tienen dos personas trabajando en I+D. No. Hay que tener coherencia financiera. Pero no hay límites en el CDTI. Si nuestros equipos los evalúan y los aprueban, no hay ninguna limitación. No es un problema de tamaño, sino de relevancia del proyecto. Eso es lo que se hace: se evalúa proyecto y luego hay un proceso de garantías contra el préstamo. Hay un tramo a fondo perdido; en la siguiente etapa, también hay un tramo no reembolsable que puede llegar a ser hasta un tercio del dinero a fondo perdido, dos tercios a préstamo (sin garantías y con garantías).
Habla de los emprendedores que dicen 'haber inventado la rueda'. En términos de innovación, ¿cómo están las startups?
Hay ideas completamente innovadoras. La tecnología está ayudando a ser innovador. Los nanomateriales, por ejemplo, están entrando en aspectos de la vida muy corrientes: la sostenibilidad de los alimentos, la condición de un producto enlatado, la duración del vino. Pongo este ejemplo porque parecen cosas muy separadas, el agro y los nanomateriales, y no. El innovador tiene hoy herramientas muchísimo más fuertes, por lo cual la gente es más despierta. Hay, como es normal, ideas fallidas e ideas acertadas. Pero no cabe la menor duda de que hay una diferencia sustancial entre lo que podíamos hacer con los recursos que teníamos con lo que podemos hacer ahora. Ahora podemos hacer muchas más cosas.
El innovador tiene hoy herramientas muchísimo más fuertes, por lo cual la gente es más despierta
¿Si comparamos el nivel de innovación de las empresas y sus departamentos de I+D+i con el de las startups?
El problema fundamental es tiempo y flexibilidad. Las unidades grandes pecan de ser más lentas y más rígidas; y las pequeñas son más rápidas y más flexibles. Hay casos paradigmáticos; puede ser de varios órdenes magnitud el tiempo que lleva desarrollar una idea nueva en una empresa de 10, donde no existe división de tareas, donde todos barren, todos inventan y todos trabajan en todo, a aquellas empresas con estructuras más reglamentadas. Dos características que tienen a favor las startups: flexibilidad y agilidad. Con esos dos elementos, las empresas grandes -que no lo tienen- saben que tienen que ir a buscarlo, porque si no van a buscarlo van a ir muy lentas y los competidores se les van a adelantar, otros competidores. No es capricho ni altruismo, es la necesidad de ganar tiempo.
Las unidades grandes pecan de ser más lentas y más rígidas; y las pequeñas son más rápidas y más flexibles
En el último año se han multiplicado las apuestas de la empresa privada por las startups (premios, aceleradoras, concursos). ¿Qué es necesidad y qué es moda?
Es una respuesta a la necesidad de seguir siendo competitivo. Yo no creo que esto sea buenismo. Esto es necesidad de competir. El mundo está tremendamente competitivo y si pierdes la posición un centímetro, la ocupa alguien. Aquí se trata de ocupar lo máximo posible. No hay buenismo en esto. Hay sana competencia e interés.
¿Es la innovación la clave para la competitividad?
I+D+i es igual a competitividad, que es igual a generación de riqueza. Es una ecuación absolutamente lineal. No existe competitividad en este momento si no hay I+D+i detrás. Es una ecuación absolutamente lineal. Es de las pocas cosas en las que sigo pensando que la linealidad existe. No hay competitividad sin innovación.
¿Cómo tiene que funcionar la ecuación de sector público, sector privado y startups?
Cuando hemos invertido en capital semilla, lo hemos hecho con el sector privado. Nosotros siempre que invertimos en capital, lo hacemos en minoría con el sector privado. Es el sector privado el que tiene que apostar. Si nosotros hemos puesto 300 millones, el sector privado ha puesto 1000. Es una alianza perfecta. Nosotros somos incentivadores, pero el que tiene que jugar el papel definitivo es el sector privado.
Nosotros somos incentivadores, pero el que tiene que jugar el papel definitivo es el sector privado
Los emprendedores denuncian la falta de fuentes de financiación para proyectos en etapa de crecimiento, por lo que varias startups terminan creando sociedades en el extranjero para conseguir la inyección. ¿Qué pasa?
Tiene que ver con la madurez del sector del private equity de España, que es pequeño. En eso tienen razón. Es un problema que España está resolviendo en los últimos tiempos. Está viniendo capital extranjero importantísimo para meterse en el private equity y en el venture capital. Es un problema de maduración. Nos pasa también con las empresas. España tiene montado en esto de la revolución industrial desde los últimos 40 años y Alemania lleva 200, no podemos pensar que vamos a hacer un triple salto mortal y vamos a convertir al Tajo en el Ruhr. En el private equity y en el venture capital pasa lo mismo. Tenemos un problema de edad, pero no es algo insalvable.
Somos jóvenes. ¿Vamos en el camino adecuado?
Sí. Sin ninguna duda. Vamos en el camino de convertir nuestro país en un generador de ideas positiva. Como todo joven, estamos más cerca de cometer algún error que aquel que dice tener más experiencia. Pero vamos por el buen camino.
Está viniendo capital extranjero importantísimo para meterse en el private equity y en el venture capital.
¿Podría la situación que atraviesa España con Cataluña afectar esta inversión extranjera que señala está viniendo?
Yo creo que el capital es mucho más listo que todo esto. No creo que llegue a tener un impacto. De hecho, la bolsa recuperó los valores.
Pero las empresas que anunciaron que iban a salir de Cataluña también fueron bien recibidas en la bolsa al día siguiente.
Eso es un mundo en el que yo no tengo opinión.