Startups

Emprender en el exterior: ¿un mal necesario?

Los más positivos aseguran que dicha migración forma parte de un proceso natural. Los más críticos, por su parte, insisten en que hay que fomentar las condiciones para que los españoles emprendan en casa.

La fuga de talentos tiene varias formas de conjugarse. Están los que se fueron y volvieron; los que se fueron y (aún) no han vuelto; los que se fueron y no tienen pensado volver; y los que todavía no se han ido. Desde 2010, 2.287.803 personas han emigrado a otras latitudes, según datos del Instituto Nacional de Estadística a cierre del primer semestre de 2016. Aunque no hay cifras oficiales de cuántos de ellos se han ido a montar startups, el fenómeno ha generado en el ecosistema posiciones enfrentadas entre los que consideran esta migración como un "fracaso de políticas públicas" y los que la califican como un proceso natural en el sector.

En lo que sí coinciden ambas perspectivas es en la definición del ecosistema: está "muy joven", lejos de ser un Silicon Valley, un Londres o un Tel Aviv. Pero, según Iñaki Arrola,  inversor en KFund, no hay de qué alarmarse. "No estamos donde ellos, pero no pasa nada. No tiene nada de malo. Queremos dar saltos y los ecosistemas no se pueden empujar", dice el también emprendedor en coches.com.

Desde la Asociación Española de Startups aseguran que el ecosistema español lleva un par de años "mejorando muchísimo". "Hay cada vez más experiencia, se ve el valor en mentalizar a otros que están empezando. Hay gente que se fue a trabajar fuera y ahora vuelve", sostiene Carmen Bermejo, presidenta de la asociación.

España ocupa el puesto número 35 de 118 en el índice de competitividad por el talento global de 2017, un ránking mundial basado en la capacidad de atracción y retención del talento. Al tope de la lista destacan países como Suiza, Singapur, Reino Unido, Estados Unidos y Suiza. 

Madrid, sin embargo, destaca en la lista entre las 10 principales ciudades del informe. Ocupa el sexto lugar, por delante de París y Los Ángeles y por detrás de Copenhage, Zurich, Helsinki y San Francisco. Además de la capital española, entre los 20 primeros también destacan otras ciudades como Bilbao y Barcelona.

La publicación, elaborada por la empresa de recursos humanos Adecco (junto con la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership), considera variables como la facilidad para hacer negocios, el uso de la tecnología, la capacidad de innovación y la relación entre salarios y productividad.

"Que se vayan"

Quienes analizan y conviven diariamente con el ecosistema español aseguran que en el país hay talento para tener en casa y para exportar. "Es gente que va coger experiencia profesional. No es necesario el drama, no tiene por qué ser gente que no va a volver", comenta Javier Megías, CEO de StartupXplore e inversor.

Hay quienes incluso lo ven como un activo, como es el caso de Miguel Arias, CCO de Carto, quien insiste en que España "no tiene un ecosistema lo suficientemente maduro" y que "nos viene bien que haya españoles fuera, porque siempre van a querer volver con esa experiencia".

Nos viene bien que haya españoles fuera, porque siempre van a querer volver con esa experiencia

Ese es el caso de Alex Lopera, CEO de Verse, la startup que permite pagar y solicitar dinero entre amigos en el tiempo que se tarda enviar un SMS. La idea de Verse nació en Barcelona y luego migró -en enero de 2015- a San Francisco para formar parte de un programa de aceleración de Boost US.

Allí Lopera consiguió la financiación necesaria para el proyecto y montó su startup en Delaware. El proceso de crear la empresa, cuenta, fue sencillo. "En 24 horas estaba creada; casi por Internet, sin falta de notario y con menos dinero del que suelen pedir en España", explica. Pero tras seis meses de aventura en Estados Unidos, Lopera volvió. ¿Por qué? "Porque Barcelona es un ecosistema muy saludable" y encaja con el proyecto Verse intenta posicionar en Europa.

Expertos coinciden en que el ecosistema ha crecido en los últimos años, aunque sigue siendo joven

Hay, sin embargo, startups que dan el salto luego. Nacen en España y luego emigran. ¿La razón? A medida que una startup crece pasa a necesitar cada vez más inversión.  "Y no hay suficientes fondos para las startups en etapa growth, ni hay un sistema jurídico estándar que sea compatible con el de Estados Unidos o el de Reino Unido. Pero no le pido al Gobierno que lo cambie. Es como es", dice el CCO de Carto.

Esta startup, llegado el momento, tuvo que hacer una re-domiciliación de Madrid a Delaware. En Estados Unidos suelen pedir a las compañías que tengan sede, vehículo ahí. "Es un asunto para hacerlo todo estándar, para eliminar la mayor cantidad de riesgos legales. Así los abogados ya lo conocen. Cuanto más sencillo y estándar sea lo que no está relacionado con la tecnología y el producto, mejor", explica Arias, a la vez que sostiene que Carto sigue siendo una empresa española.

"Que se queden"

El caso de Carto es uno de los más destacados en los últimos años. El pasado marzo formó parte del debate en el Congreso de los Diputados, cuando Segundo González, portavoz de economía del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, aseguró que su re-domiciliación era de un "fracaso de las políticas públicas" españolas.

Después, en una entrevista con Vozpópuli, el diputado matizó. Insistió en que le parece "muy positivo para esas empresas que, dado el marco actual, tengan la oportunidad de irse afuera e instalarse y crecer". Lo que plantea, sin embargo, es que "el Estado debería decir 'no deberías de necesitar irte al extranjero para poder crecer".

Denuncian que no hay suficientes fondos para las startups en etapa growth

Con el primer planteamiento coincide Juan José Güemes, presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School: "Si hay que escoger entre que las startups españolas se queden pequeñas en España o que crezcan fuera, pues que crezcan mucho".

Con el segundo planteamiento concuerdan desde la sede española del Global Entrepreunership Monitor (GEM). Su presidente, Federico Gutiérrez Solana sostiene que es necesario que se apoye el talento nacional, a la vez que insiste en que "tenemos jugadores jugando en otro terreno y hay que poner tapones esas pérdidas de recursos humanos".

¿Cuál es el problema?

Pero por qué habrían de irse las startups. Al ahondar en las carencias del ecosistema, los emprendedores señalan la serie de trabas que supone emprender en España. Piden menos papeleo, menos burocracia, menos cargas económicas en sus inicios, una figura mercantil que se adapte a sus características... Y los cuatro principales partidos políticos (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) han prometido solucionarlo en sus programas electorales. 

Uno de los motivos por los que las startups se van, explica presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School, es porque en España "no sobra" financiación tipo A y B. "España tiene sus carencias todavía y Estados Unidos nos lleva una gran ventaja a todos. Incluso en Israel -referente también en el sector- hay un debate social al respecto. ¿Por qué no somos el mejor sitio? Porque falta acceso a la financiación", asegura. 

Los emprendedores señalan la serie de trabas que supone emprender en España

El problema, asegura Carlos Jiménez (CEO de Valeet), no va tanto del ecosistema, ni de la falta de talento. "Nos falta autoestima. Necesitamos más casos de éxito, para creernos esto", dice el empendedor, uno de los que se fue y volvió y no descarta volverse a ir.

Güemes, sin embargo, se muestra positivo. Asegura que la percepción social del emprendedor ha mejorado en los últimos años e incluso destaca que las grandes corporaciones del sector del ladrillo y la banca "han vuelto los ojos a las startups como núcleos de innovación". Vaya o venga, talento queda.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP