Startups

Gonzalo Manrique: "Las empresas demandan un perfil que la universidad no forma"

El co-fundador y CEO de Ironhack conversa con Vozpópuli sobre el sector educativo y los planes que tiene la startup tras levantar su primera ronda de tres millones de dólares. 

  • Gonzalo Manrique y el equipo de Ironhack.

Cinco ciudades, cuatro años y tres millones de dólares. Así son las cuentas en Ironhack, la startup española de 'bootcamp' de programación y diseño web que este verano ha levantado su primera ronda de inversión. El proyecto, fundado en 2013 por Gonzalo Manrique y Ariel Quiñones, ha logrado conquistar a los fundadores de Ticketbis y al fondo de capital riesgo JME Venture Capital, de la Fundación José Manuel Entrecanales -del presidente de Acciona-.

Manrique explica a Vozpópuli los planes de la startup con esta nueva inyección: reforzar la presencia en Europa (cuentan con sedes en Madrid, Barcelona y París) y expandirse a Latinoamérica (México). ¿El objetivo final? "Llenar el vacío" que las universidades no llenan y satisfacer la demanda de perfiles que las empresas solicitan. 

¿Cómo nace el proyecto de Ironhack?

Leímos (Manrique y Quinones) un artículo. Sé que suena muy cliché, pero fue así. A mí el título me chocó muchísimo. Hablaba de 700.000 puestos vacantes; en 2013, cuando en España había un 50% de paro juvenil. No tenía ningún sentido tener un paro juvenil tan fuerte en el sur de Europa y, al mismo tiempo, una vacante tan grande. Pasaba que había -y que hay- muchísimos graduados de Arquitectura o de Ingeniería de Caminos, como yo, que empezaron la carrera en un momento en el que las perspectivas laborales eran mucho mejores y de repente cambia todo. ¿Esta gente cómo se reconvierte? Vimos que el sistema educativo era rígido. Una vez que empiezas a trabajar un carrera no había nada que te facilitase un cambio.

Vimos que el sistema educativo era rígido

Empezamos a pensar en qué tipo de producto podíamos ofrecer que facilitara ese cambio. Vimos que en Estados Unidos estaba el concepto de los ‘bootcamps’ -programas intensivos en programación- y decidimos adaptar ese modelo a Europa.

Hace referencia al sistema educativo. Dice que Ironhack nace porque ‘falta algo’. Pero si hay carreras informáticas, ¿qué falta?

Este es un modelo nuevo que surge para llenar un vacío debido a la evolución que se produce recientemente en las empresas que están surgiendo. La tecnología evoluciona súper rápido y no hay nada que te permita hacer ese cambio de manera rápida. Esto hace que haya una demanda por un tipo de trabajo, un perfil, que la universidad no está formando. Lo más rápido que te ofrece una universidad es un máster de uno o dos años y que además te pide educación previa. A la universidad le está costando cambiar el temario currículo debido a muchísimas cosas: la aprobación de temario oficial es un proceso muy tedioso; los profesores están muy incentivados a hacer investigación, pero quizás no tanto a adaptarse a enseñar lo último. 

Hay una demanda por un tipo de trabajo que la universidad no está formando

En el caso de Ironhack, ofrecen cuatro cursos. ¿Cómo funcionan?

Sí, dos disciplinas (programación y UX) y dos modalidades (full-time y part-time). Creo que eso también es diferente a una institución educativa tradicional, que tiene un listado de curso larguísimo. Nosotros nos enfocamos. Llevamos cuatro años y hemos estado tres solo con un programa. El objetivo es estar centrado y ser los mejores.

Hay quienes aseguran que la programación debería ser vista como un idioma más. ¿Cómo lo ven desde Ironhack? ¿Se podría incluir en el colegio, en la ESO, en los ciclos de Formación Profesional?

Creo que son casos diferentes. El que quiere hacer un cambio de carrera tiene que entrar mucho en profundidad y es solo para gente que de verdad sienta una motivación y esté apasionado por programar. El tema de que todo el mundo tenga que aprender me parece que habrá que ver dónde y en qué modelo (cuántas horas, qué se enseña). Pero estamos yendo hacia un mundo donde los hard skill, las habilidades concretas analíticas, son cada vez más útiles y valoradas.

Estamos yendo hacia un mundo donde los hard skill, las habilidades concretas analíticas, son cada vez más útiles y valoradas

¿Cuál es el perfil de los estudiantes de Ironhack?

La mayoría tiene entre 25 y 35 años y quieren cambiar de carrera. Algunos han tenido contacto ya con la programación, han estudiado ingeniería informática; algunos no. Tenemos arquitectos, periodistas. También tenemos emprendedores, gente que empezó haciendo outsourcing de la programación y se dio de cuenta que es muy complicado y vienen aquí a entenderlo mejor y tomar las riendas de la parte más técnica de su startup.

¿Emprendedores en Ironhack?

Sí. No es que él vaya a hacer todo, pero sí que sea capaz de construir su producto mínimo viable, en lugar de que te lo construya alguien más. La idea es que le quite riesgo a su idea. Ese es el cambio principal, lo que más estamos viendo que hacen los emprendedores americanos y lo que se va a replicar en Europa. También tenemos perfiles de profesionales que vienen aquí a especializarse y luego los fichan para ser CTO de alguna startup.

Los estudiantes de Ironhack tienen entre 25 y 35 años y quieren cambiar de carrera. Tenemos ingenieros informáticos, diseñadores, arquitectos, periodistas y emprendedores

Habla de lo importante que es rendir el dinero al empezar una startup. En el caso de Ironhack, los precios de los cursos oscilan entre los 6.500 y los 7.500 euros. ¿Aquellos que no dispongan de dicha suma, qué opciones tienen?

Nosotros tenemos la vocación de hacer que esto sea accesible a todo el mundo. Llevamos acuerdos con empresas que facilitan becas, como Wallapop (200.000 euros en becas en Madrid y Barcelona) y Uber (que becó a jóvenes en Florida, Estados Unidos, para fomentar el desempeño tecnológico en la región). La idea es seguir trabajando con diferentes empresas y con el Gobierno de España. En estos momentos estamos conversando con diferentes entidades de las que aún no puedo hablar.

¿Entidades públicas o privadas?

Públicas y privadas. Empresas privadas que quieren captar talento. Fundaciones e instituciones públicas que esperan un retorno bueno para la gente.

Además de las becas, tienen acuerdos con empresas. ¿Cómo funcionan? ¿Son convenios de prácticas para los estudiantes de Ironhack? ¿Son para formar al talento de esas empresas?

La demanda está ahí; eso es lo primero que hay que decir. Nosotros lo que hacemos es un recruiting a la inversa: conocemos a nuestros alumnos y dependiendo de los matchs que vamos viendo, vamos mandando candidatos a empresas. El principal evento que tenemos aquí es el hiring week (la semana de contratación), que ocurre después de la graduación. Viene una gran cantidad de empresas para una especie de speed dating (citas rápidas); tienen 10 minutos por estudiantes para ver sus proyectos. Ahí seleccionan a los que más les interesen y pasan a una ronda final.

¿Cuál es el ratio de egresados colocados en el mercado laboral?

Nosotros medimos la colocación a los tres meses de graduarse. En el curso de este año llevamos un poco más del 90% de estudiantes colocados. Y cuanto más tiempo pase más se coloca la gente.

Hacemos 'recruiting' a la inversa: conocemos a nuestros alumnos y dependiendo de los 'matchs' que vamos viendo, mandamos candidatos a las empresas

Sobre la ronda de financiación que acaban de cerrar: tres millones de dólares. ¿Cómo piensan invertir ese dinero?

Tenemos pensado en abrir en México en el primer trimestre de 2018. Estamos buscando la persona que lidere el proyecto, lanzando el tema legal, fichando perfiles. Estamos muy ilusionados con México y estamos analizando otras posibles alianzas en Latinoamérica. Hay posibilidades. También vamos a apostar por Europa. Vamos a abrir dos sedes más, además de la de París -que acabamos de abrir-.

¿Se han planteado dictar cursos netamente en línea?

No es nuestro objetivo principal. Pero sí que hemos pensado hacer algo introductorio en ese formato, para hacerlo accesible a más gente. Sería algo gratuito. Pero nuestra apuesta seguirá siendo por la educación presencial.

Uno de los fondos que invirtió en esta ronda en Ironhack fue JME Venture Capital (la gestora de fondos de capital riesgo ligada a la Fundación José Manuel Entrecanales, del presidente de Acciona). ¿Están pensando alguna alianza?

Yo me he centrado más en el mundo digital. Es cierto que las constructoras cada vez más se están digitalizando, investigando posibilidades para las smart cities (ciudades inteligentes), están trabajando con el big data. Veo que estamos convergiendo y seguro habrá posibilidades de colaborar en el futuro. Ahora mismo, no tanto. Sin embargo, sí creo que es posible trabajar con la Fundación José Manuel Entrecanales, con la que nos sentimos súper alineados; ellos dan programas de becas para que jóvenes españoles trabajen en startups. 

Usted ha tenido la oportunidad de estar en el mundo de la construcción (en el Consejo de Administración de Sacyr), en el mundo educativo y en el mundo del emprendimiento (como co-fundador y CEO de Ironhack). ¿Cómo cree que se pueden fusionar estas tres áreas?

Creo que en general, el sector de la infraestructura es súper tradicional todavía en muchos ámbitos. Se ha mejorado mucho, pero todavía queda un camino. Se puede adaptar la mentalidad de startup en varios ámbitos. Creo que un tema importante que ya están haciendo empresas como Sacyr, Ferrovial y Acciona es abrirse un poco más a la innovación; están más en contacto con startups para ver qué está pasando, para ver sinergias o adquisiciones o inversiones. Creo que el estar cerca es un paso importante.

Empresas como Sacyr, Ferrovial y Acciona se empiezan a abrir un poco más a la innovación y están más en contacto con las startups

Otro tema es ver la innovación desde dentro de la empresa para fomentar que las ideas salgan a flote y se realicen. Es un tema cultural y motiva muchísimo al empleado ver que tiene ese impacto. Es algo muy positivo que sé están haciendo ya en Sacyr con un resultado estupendo. A parte de esto, creo que en la parte de sistema de la propia operatividad de las empresas hay mucho que mejorar todavía: mejorar la comunicación, mejorar procesos, ser paperless, mejorar el proceso de aprobación de presupuestos y el seguimiento de las obras. 

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