Desde junio de 2015, Google tiene en España un espacio diseñado para startups. Campus Madrid está situado en la antigua fábrica de baterías que Isaac Peral fundó en 1892. En estos dos años de vida, la iniciativa ha conseguido 24.000 usuarios inscritos. El espacio físico está dividido en tres niveles. El primero con una cafetería que funciona como ‘coworking’ gratuito. Allí se encuentra también un auditorio dispuesto a acoger todo tipo de eventos y formaciones relacionadas con el emprendimiento. Las dos plantas superiores están destinadas a ‘incubar’ empresas emergentes que aspiran a llenar un hueco en el mercado. Dos aceleradoras y un ‘coworking’ tradicional ocupan los niveles superiores de este espacio destinado a influir en los actores globales del futuro mundo empresarial. Al frente de Campus está desde sus inicios, Sofía Benjumea, a la que hemos entrevistado para conocer qué ha salido de allí en todo este tiempo.
¿Qué balance hace Google del Campus?
Estamos muy contentos. La esencia de Campus Madrid es conectar ese talento que ya existía en España. Simplemente hemos puesto el lugar. Hemos conseguido que para muchos se convierta en el hogar del ecosistema emprendedor en Madrid. Somos ya más de 24.000 miembros y el 36% son mujeres.
¿Qué se hace distinto con respecto a otros ‘coworkings’?
El valor añadido que tiene es el hecho de que ocurran tantas novedades aquí. La mayoría de los días siempre están pasando cosas: eventos, inversores, etc. No solo es un espacio para trabajar, es un lugar para aprender y para conectar. El Campus tiene tres patas: la cafetería y el auditorio, que están abiertos a todos, y la zona de residentes que están gestionadas por dos aceleradoras —Seedrocket y Tetuan Valley—.
Google tiene otros cinco Campus como este repartidos por todo el mundo, ¿tiene que ser Madrid el Silicon Valley español?
En España tenemos varios ‘hubs’ potentes como Barcelona, Madrid y Valencia, que está haciendo un trabajo espectacular. Y creo que lo que tenemos que hacer es unir nuestras fuerzas. Somos el único país con dos ciudades (Madrid y Barcelona) entre los diez ecosistemas más potentes [de Europa].
Un ecosistema como el de Londres nos lleva diez años de ventaja, por lo menos.
¿Podemos competir con otras grandes ciudades?
Un ecosistema como el de Londres nos lleva diez años de ventaja, por lo menos. Pero tenemos todos los ingredientes necesarios para conseguir que haya éxitos de nuestras ‘startups’ y que se conviertan en jugadores a nivel global. Ahora estamos insistiendo en la diversidad, el alcance y la profundidad de nuestra educación. Vamos a poder ayudar a menos, pero buscamos tener un impacto real en las empresas que pasan por nuestros programas.
¿Qué le falta al ecosistema emprendedor en España?
Lo que le falta es tiempo. Vamos en la buena dirección, pero hay que seguir trabajando. Necesitamos casos de éxito. Nos damos cuenta de que una de las cosas que más cuestan no es la financiación sino conseguir captar usuarios y vender. Para eso necesitamos que las grandes corporaciones estén más abiertas a hacer negocios con ‘startups’, asumir ese riesgo y confiar en las empresas emergentes.
¿Cuándo está lista para marcharse de aquí una compañía?
Depende mucho... Entre seis meses y un año. Y pasa de todo, algunas tienen que cerrar, pero la mayoría de los casos funcionan. Cuando las empresas tienen ya 7, 8 o 9 (trabajadores) no tiene sentido que estén en un espacio tan abierto, aunque todas quieren seguir conectadas.
¿Qué interés tiene Google en este espacio?
Es una empresa que sigue liderada por sus fundadores. Pese al tamaño que tiene ahora no ha perdido su espíritu emprendedor y ese aire innovador. El objetivo es devolver a la comunidad ese ecosistema que tuvieron sus fundadores en Silicon Valley y la Universidad de Stanford.
Necesitamos que las grandes corporaciones estén más abiertas a hacer negocios con ‘startups’, asumir ese riesgo y confiar en las empresas emergentes
Aunque las empresas que están en los Campus tienen un perfil marcadamente tecnológico…
Trabajamos con muchas empresas y el componente que les une a todas es tecnológico. Al fin y al cabo, somos una empresa tecnológica y es ahí donde más podemos ayudar y tener impacto.
¿Qué tenéis pensado para 2017?
Este año es el de consolidar y conseguir hablar cada vez menos de nosotros y más de los emprendedores. El viaje es largo, pero estamos viendo ese impacto que buscábamos. Hemos hecho varios proyectos piloto nuevos como el de juntar a diez ‘startups’ B2B o los programas con empresas B2C. Al mismo tiempo, estamos lanzando un programa para la gente que está en la cafetería en una fase temprana. Y es que algunas de las empresas que están en el Campus irán allí para ayudar a los que están en momentos muy incipientes. Es una ayuda que no se puede encontrar en la web. Solo quién ha pasado por eso te puede dar pistas y trucos para seguir adelante.
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