La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha avanzado este martes que el proyecto de Presupuestos de 2021 incluirá la reducción de la bonificación extraordinaria en el diésel para su equiparación con el gravamen de la gasolina, en línea con lo previsto en los fallidos presupuestos del año pasado, que suponía un incremento del precio del gasóleo de 3,8 céntimos por litro para los consumidores particulares.
Así lo ha avanzado durante la clausura del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, en la que ha destacado que los Presupuestos son "absolutamente extraordinarios" y buscan impulsar el crecimiento yo la creación de empleo, para adelantar la recuperación.
Calviño ha explicado que el proyecto incluye "ajustes" en materia de impuestos existentes y nuevas figuras "muy en línea" con la política medioambiental, con un nuevo impuesto a los plásticos, los residuos y la reducción de la bonificación extraordinaria que había para el diésel.
Subida del IRPF
En los PGE del año pasado ya se recogía la decisión de suprimir la bonificación del diésel, que entonces se calculaba que tendría un impacto de tres euros mensuales para el consumidor medio, el que realiza unos 15.000 kilómetros anuales, lo que supondrá unos 36 euros al año.
Las nuevas cuentas públicas recogerán un aumento de dos puntos el IRPF para las rentas del trabajo de más de 300.000 euros, hasta un tipo marginal del 49%, y tres puntos para las rentas de capital de más de 200.000 euros, así como un alza del 1% en el impuesto para patrimonios de más de 10 millones de euros, fijará una tributación mínima del 15% para 'socimis' y reducirá desgravaciones de planes de pensiones privados.
Además, se limitará las exenciones en el Impuesto de Sociedades, sobre lo que Calviño ha precisado que España se alineará con el resto de países europeos al pasar de una bonificación del 100% al 95% de los temas relacionados con una doble tributación de dividendos derivado de la iternacionacionalización, pero con una excepción para las empresas que facturen menos de 50 millones durante los tres primeros años.
Esa bonificación, ha indicado Calviño, incentiva la internacionalización en la primera fase, pero pasada la decisión de salir a mercados internacionales, se ha comprobado que no tenía un impacto "tan significativo" y se ha optado por alinearse con países como Alemania, Francia o Italia.
Estos cambios se suman a los ya anunciados más allá de las tasas 'Tobin' y 'Google', como el nuevo impuesto a los envases de un solo uso y el IVA del 21% a bebidas azucaradas y edulcoradas.
La vicepresidenta tercera ha explicado que se va a crear un grupo de expertos para reflexionar con "profundidad" sobre la "necesaria adecuación" de la estructura fiscal a la nueva realidad con un sistema "progresivo, más verde y dando una vuelta a bonificaciones fiscales que hayan perdido su sentido".
No descarta pedir créditos
En cualquier caso, Calviño ha indicado que desde el año que viene se reducirá el déficit hasta el 7,7% del PIB, y que a medio plazo se continuará con la consolidación presupuestaria, si bien ahora la prioridad es el impulso de la inversión.
Ha añadido que los PGE de 2021 incluirán ya 27.000 millones de los fondos europeos de forma anticipada y ha aclarado que aunque se priorizará en los 72.000 millones de transferencias en la primera parte (2021-2023) de la recepción de los 140.000 millones de fondos europeos a recibir hasta 2026, si los proyectos se van ejecutando y hace falta aportar más recursos "por supuesto" se recurrirá a la financiación de los créditos, prevista en principio para la segunda parte.
El objetivo, ha dicho, es ir avanzando para empezar a ejecutar los proyectos desde el 1 de enero de 2021, y ha indicado que se prioriza en transferencias para aprovechar los menores costes de financiación, estimados entre 1.000 y 1.800 millones de euros.
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