La subida de precios de la electricidad ha contagiado ya a una cuarta parte (23%) de la cesta de la compra que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), especialmente a la alimentación. Así lo refleja Caixabank Research en su informe económico-financiero mensual publicado este miércoles, donde alerta de que "la inflación se mantiene en cotas elevadas y ya hay signos de contagio al resto de componentes del IPC".
El servicio de estudios de la entidad financiera calcula que en diciembre (el último mes del que hay datos desglosados por componentes del IPC) la inflación fue superior al 2% en un 55% del total de la cesta; mientras que los precios crecieron más de un 5% en un 23% de la cesta. En septiembre, estos porcentajes eran del 30% y del 12%, respectivamente.
Más allá de la electricidad y otros productos energéticos, que llevan meses en niveles récord, en diciembre se registraron grandes subidas en términos anuales en alimentos como los aceites comestibles (31%), la carne de ovino (22%), pastas (15%), refrescos (12%), fruta (9%), legumbres y hortalizas (8%), pescado (7%), zumos (6%), carne de ave (7%), huevos (6%), carne de vacuno (6%), marisco (5%) o leche (5%).
Otros productos y servicios incluidos en la cesta de la compra que elabora el INE también crecieron más de un 5%, como los hoteles y otros servicios de alojamiento (32%); las comisiones bancarias (11%); los paquetes turísticos (9%); las bicicletas (8%); los museos, bibliotecas y zoológicos (6%); las cámaras (6%); o los muebles (5%), entre otros.
La subida de precios puede alargarse
En enero, a falta de conocer los detalles, el INE ya ha avanzado que la inflación general se situó en el 6% (frente al 6,5% de diciembre), una moderación que Caixabank asocia al efecto base provocado por las subidas del precio de la electricidad ya en enero de 2021. No obstante, advierte que "sigue en niveles históricamente altos" y "cabe esperar que la inflación vuelva a repuntar en febrero, en la medida que este efecto base se deshaga".
Además, en enero la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) siguió repuntando y alcanzó el 2,4% (frente al 2,1% de diciembre), lo que evidencia que se está extendiendo a los demás componentes de la cesta de consumo.
La previsión inicial del Gobierno y de los principales organismos económicos era que la inflación comenzara a remitir en primavera, aunque los expertos están alertando ya de que esta traslación de los mayores costes de producción (fundamentalmente por la electricidad) hacia los precios finales puede alargar la inflación más tiempo del esperado.
El propio Banco de España (BdE) elevó la pasada semana su previsión de inflación media de 2022 al 4%, frente al 3,7% estimado en las proyecciones realizadas a mediados de diciembre.
Caixabank Research asegura en su informe que "aunque la situación actual es preocupante, no puede decirse que resulte alarmante: a excepción del sector de alimentación, la repercusión de los efectos de segunda ronda sobre el consumidor final está siendo relativamente contenida hasta la fecha". Pero, recuerda: "La situación ha empeorado notablemente desde septiembre y una gran parte de las subclases que componen el IPC han anotado significativos repuntes en sus tasas de inflación".
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