Cerca de siete de cada diez españoles afirma no estar preparado para un aumento de los precios de la energía y de los alimentos derivado de las acciones acometidas por la Unión Europea para responder a la invasión militar rusa de Ucrania. Así se desprende del Eurobarómetro de primavera elaborado por el Parlamento Europeo, una proporción que se contrae a seis de cada diez europeos encuestados ante la misma prerrogativa.
En un paso más, casi la mitad de los españoles afirma que la contienda militar en Ucrania ya ha reducido su nivel de vida y asume que seguirá siendo así durante el próximo ejercicio, frente al 40% de los europeos que han mostrado esta preocupación. De hecho España se sitúa como el sexto país más preocupado por esta cuestión por detrás de Bulgaria, Portugal, Chipre, Malta y Grecia. Así, la proporción se manifiesta opuesta respecto a los que creen que no le afectará este año pero sí el próximo, el 41% de los españoles encuestados se han posicionado en esta opción y el 47% de los europeos.
En este sentido, los desempleados españoles y los jubilados manifiestan mayor preocupación respecto al impacto que la guerra puede tener en mantener su nivel de vida, seguidos por los trabajadores manuales y no manuales.
Además, el 62% de los españoles encuestados ha manifestado que no está seguro de que su vida continuará sin cambios ante las consecuencias de la guerra en Ucrania, en línea con el 61% de los europeos preguntados por la misma cuestión. El 59% de los españoles considera que es prioritario la defensa de los valores europeos como la libertad o la democracia frente al 38% que ve más importante mantener los niveles de precios y el coste de la vida aunque afecte a la primera variable, una proporción que se mantiene también entre los encuestados a nivel comunitario.
Casi nueve de cada diez españoles afirma tener una visión negativa de Rusia, en línea con el 85% de los encuestados a nivel comunitario y una cifra que contrasta con el 8% que dice tener una visión positiva. Sobre la pertenencia a la Unión Europea, el 78% de los encuestados españoles cree que es algo bueno, un 17% opina que ni es bueno ni malo y un 4% cree que es algo negativo. Las cifras se alejan sin embargo de la opinión de los ciudadanos europeos, ya que un 65% cree que es bueno, un 26% manifiesta que es indistinto y un 8% dice que es algo malo.
Aún así sólo un 46% de los ciudadanos españoles tiene una imagen positiva de la UE y un 43% neutra, dos proporciones que en línea con las europeas, con un 52% y un 36%, respectivamente para cada prerrogativa. En lo que respecta a la imagen del Parlamento Europeo el 36% de los encuestados afirma que es positiva, el 46% neutra y un 16% manifiesta una perspectiva negativa, tres indicadores que se ajustan también a la media de encuestados comunitarios.
A este respecto, los españoles consideran que la defensa de la democracia, de la libertad de expresión y de pensamiento y la protección de derechos humanos deberían ser los valores prioritarios que defienda la Eurocámara, mientras que los europeos sitúan como prioridades segunda y tercera la igualdad entre hombres y mujeres y del Estado de Derecho. Respecto a los temas que debería abordar el Parlamento Europeo, los encuestados españoles abogan por la lucha contra la pobreza y la exclusión social y la sanidad pública. La encuesta ha sido realizada entre 27.000 ciudadanos de los Veintisiete Estados miembro.
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