Economía

Abuso en los supermercados: el pescado sube nueve puntos porcentuales en treinta días

La inflación general mensual se situó en marzo en el -0,4%, pero el precio de las patatas llegó al 1,4% frente al 0,1% del mes anterior

El pescado fresco, como consecuencia en parte de la reducción de salidas a la mar del sector y también del aumento de la demanda de los ciudadanos (porque también se ve afectado el consumo de pesca congelada), se ha convertido en un producto de lujo. Si en febrero pasado su precio descendía al -7,3%, en marzo crece a un ritmo del 1,8% cuando en el mismo mes de hace un año su ritmo era del -1,8%. Es decir, su precio ha crecido en más de nueve puntos en treinta días. Por su parte, el pescado congelado decrecía hace un mes dos décimas y ahora sube en cuatro (el alza es de seis décimas). Mientras, el marisco fresco o refrigerado aumenta ahora su coste un 1,2% frente al 1,0% de hace un mes.

Las patatas y el arroz, por las nubes

La inflación general mensual se situó en marzo en el -0,4%, pero el precio de las patatas llegó al 1,4% frente al 0,1% del mes anterior. Es decir, ha aumentado en 1,3 puntos en el primer mes del coronavirus respecto a febrero. Por su parte, el arroz ha subido en marzo tres décimas cuando hace un mes decrecía al -1,1%. Mientras, el precio de la leche desnatada, la que más se vende, aumenta en cuatro décimas frente a la contracción del -0,3% de febrero. Algo similar sucede con los huevos, el alza en marzo es de dos décimas frente al -0,1% del mes anterior. Por su parte, el queso repunta al 0,5% frente al 0,2% anterior. Las legumbres y hortalizas, cuya demanda se ha detectado de forma más importante en abril, mantienen su tasa de crecimiento del mes anterior en el 0,4% mientras que el aceite de oliva registra un repunte ya que en febrero decrecía su precio al -1,4% y ahora lo hace sólo al -0,3%.

En cuanto a las frutas, aumentan su precio en siete décimas las que se venden en conserva mientras que las frescas bajan del 4,2% al -1,5%. Lo que evidencia que ha caído la demanda a la espera de lo que suceda en abril tras la decisión del Gobierno de habilitar jornaleros para la recogida en este mes por el crecimiento de la oferta estacional. Por su parte, el agua mineral pasa del -0,9% en febrero al 1,6% en marzo, y el vino y las bebidas espirituosas todavía no reflejan el alza que se estima que se está produciendo abril. También destaca el repunte del pan en tres décimas y curiosamente el de las pizzas, un producto que suele consumirse en el ámbito familiar, y ahora el confinamiento ha aumentado su demanda. Su alza es del 1,5% frente al descenso del -0,5% en febrero. Es decir, lejos de cualquier atisbo de competencia real, en España sólo bajan los precios cuando desciende el consumo y las ventas.

La carne sube como un cohete

Los precios de todas las carnes experimentaron un repunte en el primer mes oficial de la Covid-19. La carne de vacuno aumentó en tres décimas respecto al mes anterior hasta el 0,4% (el doble del IPC general). Mientras, la de porcino, la más consumida por la población junto al pollo, registró un alza hasta el 0,6% frente al 0,0% del mes anterior (en tasa anual llega al 8,3% frente al 0,0% del IPC nacional). La de ovino sigue es tasas negativas del -0,6% a causa del excedente que anuncian los ganaderos, pero hace un mes era del -2,7%. En cuanto al pollo, crece una décima (0,8%) y el resto de carnes pasa del -0,5% del mes anterior al 0,3% (ocho décimas más).

Cuesta más mantener los hogares

Las familias han aprovechado el confinamiento para adecentar y reponer los hogares. Por tanto, ha subido la demanda de estos productos y, como es obvio, cuando no funcionan los mercados, se disparan los precios. Repuntan los precios de los muebles en tres décimas; en siete, los de las alfombras; en 1,3 puntos, los de cortinas y tapicerías; en ocho décimas la ropa de mesa y de baño y en 1,2% la de cama. También suben los precios de los electrodomésticos, que las propias tiendas sirven en las casas. El coste de las lavadoras y secadoras, así como de las cocinas, aumentan en seis décimas; en dos décimas suben los frigoríficos y congeladores; en cinco las planchas; y en nueve décimas las vajillas.

El precio de los anticonceptivos sube siete veces más

Los productos farmacéuticos, en general, no registran subidas llamativas (a la espera del boom de los precios de las mascarillas en abril), salvo los anticonceptivos (píldora y preservativos, entre otros) y pruebas de embarazo. Si los precios de estos productos registraban un alza en febrero del -0,2%, en marzo llega al 0,5% (siete décimas más). Por su parte, el coste de los servicios médicos aumenta en una décima mientras que los servicios hospitalarios privados reducen su tasa en medio punto (al 0,5%) como consecuencia de la irrupción y toma de control de los servicios sanitarios públicos.

Los paquetes de viaje y los hoteles se estrellan

En el IPC de marzo se refleja también la dura factura de la crisis sanitaria y financiera al sector turístico. En este caso, al ser un sector competitivo, se ha caído la demanda y, en contra de lo que sucede en el sector alimentos por ejemplo, ha tirado los precios a la baja. Es la otra cara de la moneda. El precio de los vuelos internacionales ha pasado del 7,5% en febrero al -2,8% en marzo, es decir, la caída es de más de diez puntos. Los billetes para vuelos nacionales se situaron en el -0,9% frente al alza del 2,3% en el mes anterior. Y, por ejemplo, los paquetes turísticos nacionales se sitúan en el -3,4% frente a la subida del 10,5% de hace un mes (casi 14 puntos de caída). Mientras, los precios de los hoteles, hostales y pensiones y servicios de alojamiento similares suben un 3,1%, pero la cifra es inferior en más de siete puntos al 10,3% de alza que registraba el sector en febrero.

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