Los pequeños turismos de combustión van a ir a menos por culpa de las exigentes normativas de emisiones y las versiones eléctricas apuntan a ser la solución para seguir viendo este tipo de modelos por las ciudades europeas. Por ello, no es de extrañar que marcas como Fiat, aprovechando el lanzamiento de la nueva generación de su exitoso 500, haya decidido que sólo contará con versiones eléctricas. Es, además, el primer turismo del grupo FCA 100% eléctrico y hemos podido ya subirnos a él y comprobar cómo es al volante este icónico modelo adaptado ya a los nuevos tiempos.
Aunque mantiene en su diseño los trazos básicos de la generación anterior y recuerda sin duda al modelo original de 1957, este nuevo 500e ha sido desarrollado desde prácticamente una hoja en blanco, y el 97% de sus componentes nada tienen que ver con su predecesor. Es ligeramente más grande, casi seis centímetros más largo y con una distancia entre ejes también superior, pero mantiene proporciones similares que mantienen un diseño próximo a sus predecesores.
Llega, eso sí, con una innovadora carrocería denominada "3+1", en la que Fiat ha diseñado una pequeña puerta adicional de apertura contraria a la delantera y situada en el lado del acompañante para facilitar el acceso a las pequeñas plazas traseras. Porque delante, este 500e ofrece algo más de espacio y, sobre todo, más diseño y calidad que el anterior, con un salpicadero muy moderno con pantallas digitales tanto en el cuadro de instrumentos como en la consola central.
Bajo la pantalla del sistema multimedia hay botones físicos que dan acceso a las principales funciones del climatizador y un amplio hueco donde hay una toma USB y el cargador inalámbrico para el móvil. Justo por debajo están los botones del selector de cambio, que carece de palanca como en otros muchos modelos de última generación.
El motor eléctrico tiene dos niveles de potencia, de 95 CV y batería de 23,7 kWh en la versión de acceso y de 118 CV y batería de 42 kWh en las dos más dotadas, que permite una velocidad máxima de 150 km/h –135 km/h en el menos potente– y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,5 y 9 segundos respectivamente. La autonomía, junto al tiempo de recarga, son dos aspectos clave para los clientes. En la versión de batería pequeña es de unos 185 kilómetros mientras que en la grande llega hasta 320 kilómetros, ambos en ciclo mixto que, según la marca, en ciclo urbano sube hasta los 450 kilómetros.
Para optimizar el tiempo de recarga, el 500e está equipado con un sistema de cargador rápido de hasta 85 kW para recargar la batería en muy poco tiempo. Así, necesita solo 5 minutos para cargar energía suficiente para recorrer 50 kilómetros, más de lo necesario para un uso diario medio y apenas 35 minutos para llegar al 80%.
Pero el cargador estándar, con un EasyWallbox que se puede conectar a una toma de corriente normal y se controla vía Bluetooth cargando en casa con una potencia de carga de hasta 3 kW y preparado para actualizar la potencia a 7,4 kW, proporcionando una recarga completa en casa en poco más de 6 horas.
Al iniciar la conducción, el 500e nos ofrece tres modos diferentes: Normal, Range y Sherpa, este último optimiza los recursos disponibles para garantizar que el conductor llegue a su destino, actuando en varios componentes para reducir el consumo de energía al mínimo, para garantizar que se pueda llegar al destino establecido en el navegador o a la estación de recarga más cercana. Ajusta para ello varios parámetros: velocidad máxima, que se limita a 80 km/h; respuesta del acelerador, para reducir el consumo de energía; y desactivación del sistema de climatización y de los asientos térmicos.
En el modo normal, y a los mandos de la versión de 118 CV y batería grande -cuyo precio arranca en 28.400 euros-, el 500e responde con enorme viveza, da incluso la sensación de ser más potente ante la inmediatez de respuesta. Pero además de rápido, sorprende el silencio de marcha que ofrece por lo que a la rodadura se refiere, mucho mejor filtrada que en el anterior 500 de combustión. Da la sensación, además de rápido y divertido de conducir por la respuesta tan directa de dirección, de ofrecer un consumo ajustado de batería, y en el recorrido urbano de cerca de una hora realizado pudimos comprobar como puede superar con facilidad los 300 kilómetros de autonomía.
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