Economía

Subir un 8,5% las pensiones más bajas y un 2% las más altas reduciría un 45% el coste

Los expertos de EsadeEcPol proponen que la revalorización de las pensiones no sea universal sino por tramos, lo que ahorraría 5.540 millones.

Revalorizar las pensiones por tramos de cuantía, con mayores subidas a las pensiones más bajas, ahorraría un 45% del sobrecoste que supondrá el sistema actual de subirlas todas conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC) medio de 2022. En concreto, la factura 'extra' del 2023 pasaría de los 12.430 millones de euros a los 6.890 millones, según los cálculos de EsadeEcPol.

Desde el think tank de la institución académica explican que el gasto en pensiones crece cada año por tres razones: el mayor número de pensionistas, el crecimiento de la pensión media por el efecto composición, y la revalorización de las pensiones. Las dos primeras han sido, tradicionalmente, las que más han engrosado la factura.

Sin embargo, la tercera tendrá un papel crucial en 2023, puesto que las pensiones se revalorizan conforme al IPC medio del año anterior y este año (entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022) éste ha sido excepcionalmente elevado. El Gobierno ha avanzado las pensiones subirán un 8,5% en 2023, lo que acarreará un sobrecoste superior a los 12.000 millones para las arcas públicas.

Vozpópuli ya informó de que la mitad del coste extraordinario que supondrá revalorizar todas las pensiones contributivas un 8% se irá en el 25% que representan las más altas, aquellas de más de 18.900 euros al año. Para evitar esto, los expertos de EsadeEcPol proponen que la subida en 2023, año excepcional por la inflación, sea inversamente proporcional a la cuantía de la pensión.

Cuatro tramos de subida por renta

En concreto, dividen en cuatro tramos la revalorización, según la cual los pensionistas que se encuentren dentro de los tres primeros deciles de renta la revalorización sería completa, del 8,5%; en el caso de los pensionistas que se encuentran entre el decil 4 y el 6 la revalorización ascendería al 6%; que se reduciría al 4% entre el decil 7 y el 9; y llegaría a su nivel mínimo de revalorización del 2% para aquellos que se encuentren entre el 10% con mayores ingresos.

Desde EsadeEcPol aseguran que esta propuesta tiene dos ventajas: por un lado se reduce el coste absoluto; y, por otro, presenta un impacto distributivo sustancialmente mayor. Aseguran que mientras la revalorización universal tendría un efecto prácticamente neutro en términos distributivos, con una reducción de la desigualdad de tan solo el 0,02%; la revalorización por tramos, empleando poco más de la mitad de los recursos, logra un impacto distributivo sustancialmente mayor, equivalente a una reducción de la desigualdad (medida con el índice de Gini) del 0,67%".

En cualquier caso, desde EsadeEcPol creen que si bien la propuesta logra incluir a los pensionistas en el denominado 'pacto de rentas' para repartir el coste de la inflación manteniendo la protección a las rentas más bajas, esta medida debe estar limitada "en principio a 2023" y "la sostenibilidad a largo plazo del sistema no debería lograrse modificando para siempre el criterio de revalorización, si no a través de otras reformas del sistema que permitan a los trabajadores adaptar sus decisiones futuras de ahorro y consumo".

Una subida mayor del 8,5% a las pensiones mínimas

José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, abrió la puerta este lunes a subir las pensiones mínimas y las no contributivas, así como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) en 2023, año electoral, más del 8,5% que prevén los Presupuestos. En la presentación de los Presupuestos de 2023 del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones así lo ha admitido, preguntado por qué ocurre con la subida extra del 15% de las no contributivas e IMV en vigor desde el pasado julio y hasta el 31 de diciembre y sobre si una subida extra de estos y de las mínimas se podía negociar en las enmiendas.

"No está presupuestado en estas Cuentas", ha dicho, pero ha abierto la puerta a que se haga "según cómo evolucionen la coyuntura y la inflación en los próximos meses". Una subida que podría plantearse ya desde enero, pues se perfila como una de las peticiones de los socios del Gobierno en la negociación de enmiendas de los Presupuestos. Por el momento la cifra del 8,5% no es definitiva, pues dependerá de cómo acabe la inflación en noviembre, y algunos organismos económicos como el Banco de España (BdE) calcula que la subida ascenderá al 8,7%.

Asimismo, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2023 también incluye la subida de bases máximas de cotización del 8,6%, desvelada el pasado jueves por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y que se había ocultado a los agentes sociales. Escrivá ha insistido en que esto debería hacerse todos los años según el IPC, lo que cree que da "predictibilidad" a las empresas. Esta subida de bases hay que sumarla a la de 0,6 puntos de tipos que entrará en vigor en enero, en virtud del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), lo que encarecerá hasta el 9,2% los costes laborales.

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