PSOE y Sumar han llegado un acuerdo sobre impuestos y han deconvocado la Comisión de Hacienda en el Congreso que iba a votar las enmiendas al Proyecto de Ley por la que se establece un Impuesto Complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales, texto que el Ejecutivo ha decidido que opere como ley de acompañamiento fiscal de unos potenciales Presupuestos de 2025. Esto retrasará la tramitación ya que esta norma tampoco se prevé que se vote en el Pleno del jueves para intentar negociar el paquete fiscal con todos los socios. Y pone en aprietos a Hacienda, que quiere que esté en vigor el 1 de enero para evitar perjuicios a las filiales españolas en el extranjero.
La gran novedad de lo pactado entre el PSOE y Sumar es un nuevo impuesto al lujo de “sobre los bienes suntuarios (jet y yates privados, coches de lujo, etc.) para mejorar la equidad en el reparto de renta y la riqueza” y la supresión de la exención de las primas de seguros privados sanitarios.
Además, se suprimirá el régimen fiscal especial de las SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliarios) que solo tributan al 1% en el Impuesto sobre Sociedades y que según el pacto no ha servido para mejorar la oferta de viviendas.
Asimismo, se introducirá un IVA del 21% para los apartamentos turísticos con el fin de recortar su rentabilidad y transformarlos en viviendas para el alquiler permanente.
También han acordado que el impuesto a la banca sea permanente, en lugar de los tres años que preveía el que ha diseñado el PSOE en sus enmiendas.
La subida del IRPF a las rentas del ahorro de más de 300.000 euros de un punto, del 28% al 29%, que registró el PSOE, será de dos puntos, al 30%. Todo esto necesitará el aval del PNV y Junts.
De lo pactado con Sumar se deduce que al menos por parte del Grupo de Yolanda Díaz, el impuesto a energéticas desaparece, que sí habrá subida del diésel, y que no prospera la subida de Sucesiones como especie de impuesto a grandes herencias que promovía Sumar y que el PSOE contempla en su Ponencia Marco pàra su 41 Congreso Federal. Sin embargo, otros socios del Gobierno especialmente ERC, pero también Bildu, no avalan el fin del impuesto a energéticas.
Lo pactado al día siguiente de la DANA
El pasado 30 de octubre el Gobierno claudicó y pactó con el PNV no hacer permanente el impuesto a energéticas. En las enmiendas del PSOE de acuerdo con el Grupo Vasco, el impuesto a la banca seguiría tres años, convertido ya en impuesto en términos técnicos, lo que obligará a suavizarlo, ya que deberá deducirse en Sociedades. El PSOE pretende que grave entre un 1% y un 6% en función de la base liquidable el margen de intereses y comisiones obtenidos por entidades de crédito y las sucursales en España de entidades de crédito extranjeras, en las actividades que desarrollen en España. Además, se establece una deducción extraordinaria en el caso de que sufran un descenso sostenido de su rentabilidad.
El PNV ha arrancado que se concierte y así podrá desarrollarlo a su gusto. Al desaparecer el de energéticas en territorio común tampoco podrá concertarse, explican fuentes del Grupo Vasco, que subrayan que decaerá por "factores ajenos a la formación jeltzale, que había mostrado su voluntad de convertir en impuesto y concertar dicho tributo". También ha conseguido el concierto del tipo mínimo del 15% para grupos multinacconales.
El Ejecutivo aseguraba que quería hacer permanentes ambos impuestos, como había pactado con Sumar, pero con exenciones a las inversiones verdes en el caso de las energéticas según acordó con el PNV, pero no ha logrado la mayoría necesaria para que siga. También el Grupo Vasco sostiene que quería que siguiera, pero Junts ha conseguido su supresión, con la que las arcas públicas dejarán de ingresar cerca de 1.500 millones de euros al año.
Subida del diésel
El Gobierno subirá el impuesto de hidrocarburos que paga el gasóleo de automoción en 9,37 céntimos por litro (el tipo general pasará de 0,307 euros por litro a 0,40069 euros) para equipararlo al de la gasolina, una medida que no aplicará a los profesionales, según otras enmiendas del PSOE:
En realidad, la subida será de 11,33 céntimos el litro porque el impuesto especial forma parte de la base del IVA. Los carburantes llevan IVA al 21%, que gira sobre el precio total, Impuestos Especiales incluidos.
El texto prevé que el tipo general del impuesto baje a 0,35 euros por litro cuando el precio del gasóleo supere durante dos meses consecutivos los dos euros el litro y el precio medio del barril de Brent en el segundo de esos meses sea más alto que el primero.
De salir adelante esta enmienda, a partir del 1 de abril de 2025, el gasóleo de automoción pagará en concepto de impuesto de hidrocarburos un total de 0,47269 euros por litro (0,40069 euros de tipo general y 0,072 euros de tipo especial), igual que la gasolina, en lugar de los 0,379 euros por litro actuales (0,307 euros de tipo general y 0,072 euros de tipo especial).
El Gobierno intentó ya equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina en los Presupuestos de 2021, como reclama Bruselas, pero la medida fue rechazada por la oposición del PNV. Los expertos que asesoraron a Hacienda para la reforma fiscal también lo pidieron, junto con subidas de impuestos verdes de más de 15.000 millones de euros.
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