Florentino Pérez ha perdido una batalla, pero no la guerra por el negocio del fútbol. Ninguno de los clubes integrantes de la Superliga europea, encabezada por el presidente del Real Madrid, ha abandonado realmente el proyecto, pese a los comunicados oficiales emitidos. Una de las principales razones que atan a los clubes a la Superliga es económica y está cifrada en 300 millones de euros.
Según confirman fuentes próximas al proyecto a Vozpopuli, esta cifra sería la penalización que deberá abonar cada uno de los equipos que pretenda abandonar completamente la sociedad creada ad hoc para este mediático torneo. Una cláusula que se incluye dentro del contrato vinculante, que es el mismo para los 12 fundadores, que firmaron antes de desvelar este proyecto el pasado domingo.
La eventual retirada de algunos equipos -como así ha ocurrido finalmente con los ingleses- ya se intuía por parte de Florentino Pérez y Key Capital Partners, los asesores financieros de confianza del presidente de Real Madrid que asumen la parte ejecutiva de la Superliga. Esta previsión, según explican las mismas fuentes, justifica el motivo por el que el principal promotor del proyecto impuso una penalización tan elevada para aquellos que decidieran arrepentirse.
3.200-3.500 millones para la Superliga
Los 300 millones de penalización van de la mano con otra otra cifra relevante del proyecto. Esta cláusula está relacionada con el préstamo de 3.200 millones de euros que recibió la empresa promotora de la Superliga de JP Morgan, un banco de inversión cercano a Pérez. Según ha informado este mismo viernes el alemán Der Spiegel, a la vez que Vozpópuli, de hecho, el préstamo inicial ascendería a una cifra algo mayor, de 3.500 millones, que se iría repartiendo en partes iguales y anualmente desde ya. El dinero, que vendría de tres fondos estadounidenses, iba a ir a parar en breve a las arcas de cada uno de los clubes.
Según las condiciones que fija el contrato, aquellos clubes que decidan abandonar la empresa están obligados a abonar una indemnización equivalente a la parte que iban a recibir al inicio (y que debían devolver con el paso de los años con un interés).
"El proyecto de Superliga europea permanecerá vivo mientras estos clubes, que están unidos en esta empresa por contrato, no paguen esa penalización"
"El proyecto de Superliga permanecerá vivo mientras estos clubes, que están unidos en esta empresa por contrato, no paguen esa penalización", aseguran fuentes cercanas al proyecto. Las mismas fuentes especulan con que la UEFA intente buscar maneras de compensar a los clubes que abandonen el proyecto.
Esta hipótesis permite entender mejor las declaraciones que realizó este jueves el presidente del Barça. Joan Laporta aseguró que no subirse al tren de la Superliga hubiera sido "un error histórico". El máximo mandatario del club también recordó que incluyó una cláusula para que la decisión final la tenga el socio culé. El Barça cerró su último ejercicio con una deuda neta de 500 millones, por los 354 del Madrid.
Posible batalla judicial
El Atlético de Madrid, por su parte, aseguró en un comunicado que había "decidido comunicar formalmente a la Superliga y al resto de clubes fundadores su decisión de no formalizar finalmente su adhesión al proyecto".
Horas antes, la propia Superliga -con el apoyo público, hasta ese momento, de Real Madrid, Barça, Atlético, Juventus, Milan e Inter- había emitido otro comunicado en el que aseguraba que, "dadas las actuales circunstancias", la empresa debería "reconsiderar las vías más adecuadas para rediseñar el proyecto".
En el mismo texto, la sociedad insistía en que, "pese a la anunciada salida de los equipos ingleses, forzada por la presión a la que fueron sometidos", estaba convencida de que "su propuesta está completamente alineada con la legislación europea" y que "el actual status quo del fútbol europeo necesita cambiar".
Los clubes ingleses aseguraron que "iniciarían los trámites" para desvincularse de la Superliga
Los seis equipos ingleses que firmaron el proyecto -Manchester United y City, Liverpool, Chelsea, Arsenal, Tottenham- afirmaron en las redes sociales que, tras escuchar a la afición, "iniciarían los trámites" para desvincularse y/o que no formarían parte del "proyecto de Superliga Europea".
La marcha atrás de los clubes británicos se produjo tras las movilizaciones en Inglaterra contra la Superliga europea. También después del rechazo de las principales operadoras de televisión y del anuncio del primer ministro británico Boris Johnson, quien aseguró que haría "todo lo posible" para que el proyecto no saliera adelante.
Pero nadie ha confesado que esta marcha atrás puede tener un coste muy elevado. El propio Florentino Pérez dejaba caer eb su ronda de entrevistas de esta semana que el acuerdo que han firmado 'los 12' es "el mismo contrato para todos" y es "vinculante". Aunque no ha querido desvelar que arrepentirse cuesta 300 millones de euros.
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