Economía

Dos opciones muy familiares, Suzuki Swace y Peugeot 5008: ¿mejor híbrido o diésel?

Con el verano a las puertas y muchas ganas de viajar tras tantos meses de restricciones de movilidad llega el momento de elegir la mejor opción para hacerlo. Y el

Con el verano a las puertas y muchas ganas de viajar tras tantos meses de restricciones de movilidad llega el momento de elegir la mejor opción para hacerlo. Y el automóvil es una de las preferidas más aun en estos nuevos tiempos en los que la movilidad individual está ganando mayor relevancia.

Y para viajar en familia, dos opciones diferentes en su formato y en sus motores, pero con mucho en común por cuanto ofrecen mucho espacio en el interior, enormes maleteros del orden de los 600 litros de volumen y unos motores en cierto modo "convencionales", híbrido en el caso del Swace de origen Toyota y diésel en el 5008, dos opciones que sobre todo aportan consumos muy ajustados. El Swace Hybrid sobre todo en ciudad y en el día a día. El 5008 BlueHDi especialmente en carretera... mientras el precio del gasóleo siga estando por debajo del de la gasolina. Porque en términos de consumo, las cifras de uno y otro resultan muy parejas.

Suzuki Swace Hybrid

El Swace es un híbrido convencional con muy bajos consumos en el día a día.

Suzuki sigue ampliando su gama de modelos gracias al acuerdo alcanzado con la también japonesa Toyota. El Swace se sitúa como la versión más familiar de Suzuki marcada por su amplia carrocería y su motor híbrido “convencional” que tantas ventajas aporta sobre todo en su conducción urbana en el día a día. Un sistema formado por un motor de gasolina de 1,8 litros y 98 CV junto a otro eléctrico de 72 CV alimentado por una batería de iones de litio y cuya conducción está marcada por el peculiar funcionamiento del cambio automático de tipo engranaje epicicloidal que tanto tiempo lleva utilizando Toyota en sus diferentes híbridos y que no guarda una relación fija entre las revoluciones a las que gira el motor y la rapidez con que gana velocidad, generando un funcionamiento no siempre del agrado esperado en carretera cuando buscas rápidas aceleraciones.

Porque el resultado de ambos motores son 122 CV que en los primeros metros da la sensación de acelerar con rapidez, pero que luego se difumina y si buscas rápidos ritmos en carretera descubres que no es un familiar especialmente dinámico, y se adapta mejor a una conducción relajada, que no lenta. Pero en ciudad su conducción resulta muy agradable, e incluso para cubrir cortos trayectos a muy baja velocidad puedes activar de forma manual un modo puramente eléctrico pulsando la tecla EV junto al selector de modos de conducción (Normal, ECO y Sport), que fuerza al sistema a mover al coche sin arrancar el motor térmico durante un máximo de dos kilómetros.

Por ello, los habituales atascos de las grandes ciudades o a la hora de maniobrar en garajes el Swace lo hace de forma especialmente agradable por la suavidad y el silencio con que se desplaza. A velocidades bajas circulando de forma normal, sin aceleraciones muy intensas, acelera de forma lineal, con total ausencia de los tirones que producen otros tipos de transmisión. El motor de gasolina se pone en funcionamiento de forma casi imperceptible y al dejar de acelerar se desconecta y deja que el Swace avance por inercia, minimizando por todo ello los consumos. Y es que en ciudad, a poco que practiquemos una conducción eficiente, puedes ver en el ordenador de a bordo cifras con facilidad en el entorno de los 4,5 l/100 km después de varias jornadas a sus mandos. Y tampoco se disparan mucho si conducimos sin preocuparnos del consumo.

Como familiar que es, en carretera el Swace demuestra muy buenas maneras, sobre todo desde el punto de vista del confort, por chasis y por su amplio interior, en el que cinco adultos se acomodan sin problemas disfrutando además de una brillante capacidad de carga con sus casi 600 litros hasta la bandeja y mucho más volumen aun si aprovechas el mucho espacio restante hasta el techo. No busques un comportamiento brillante por agilidad o precisión por parte de la dirección, pero aun así se mueve entre curvas con suficiente aplomo y estabilidad gracias a un balanceo bien contenido.

Pero por encima de todo se muestra muy confortable en su rodar, silencioso a velocidades constantes de 130 o 140 km/h de marcador y con una notable facilidad para mantener el ritmo con independencia del trazado. El motor eléctrico apoya lo justo para ello y al enfrentarnos a un trazado de subida se siente su ayuda aunque a cambio de un aumento algo notable del ruido del motor.

Es quizás su mayor laguna, aunque es algo que sólo percibirás como algo negativo si te mueves constantemente en trazados de orografía muy accidentada de continuos cambios de ritmo. Porque en trazados convencionales el Swace se desenvuelve con mucha soltura, gana velocidad con suficiente viveza como para no catalogarlo de un turismo lento y, sobre todo, mantiene consumos en esas condiciones de apenas 6,5 l/100 km.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Swace 1.8L Hybrid GLX; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + eléctrico de 72 CV; CILINDRADA 1.798 cm3; POTENCIA CONJUNTA 122 CV; PAR MÁXIMO 230 Nm; VELOCIDAD MÁXIMA 190 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 11,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,3 l/100 km; AUTONOMÍA 682 km; DIMENSIONES 4.655 / 1.790 / 1.460 mm; NEUMÁTICOS 205/55 R 16; PESO EN VACÍO 1.400 kg; MALETERO 596 l; PRECIO 25.350 €

Peugeot 5008 BlueHDi

El nuevo 5008 sigue fiel a sus motores diésel, con ajustados consumos en carretera.

Es uno de los modelos más versátiles del segmento, un 5008 reconvertido en esta actual generación hacia el segmento SUV y que ofrece como seña de identidad un interior configurado en hasta siete plazas. Ahora, se actualiza con pequeños detalles de diseño y una imagen ligeramente modificada con un frontal que estrena nuevos faros, parrilla y paragolpes, con una distribución de las luces de los pilotos diferente. Los faros antiniebla desaparecen y su función la desempeñan los faros principales, que disminuyen la intensidad del alumbrado al conectar el antiniebla trasero.

Por dentro, también recibe pequeños cambios, entre ellos nuevas pantallas, la del cuadro de instrumentos de mayor calidad en su resolución que antes y la del sistema multimedia, que ahora puede ser más grande, de hasta 10 pulgadas. Hay también cuatro nuevos tapizados para los asientos, de Nappa Mistral con costuras Tramontana como base y piel sintética combinado con Alcantara para las versiones tope de gama.

En cuanto a equipamiento, a los asistentes de conducción ya disponibles Peugeot añade el sistema de visión nocturna, una función para el programador de velocidad que permite reiniciar la marcha automáticamente en las versiones con cambio automático y otra de centrado en el carril, además de mejorar el sistema de reconocimiento de señales de tráfico aumentando la capacidad de detección. Mejoras y novedades para hacer del 5008 un modelo todavía más completo que antes, manteniendo sus señas de identidad en cuanto al confort de marcha y el agrado de conducción que le ha caracterizado.

Ya al ponernos a sus mandos lo hacemos en un puesto de conducción sin duda diferente, con la ya conocida disposición de su pequeño volante por debajo del cuadro de instrumentos –multiconfigurable con varios diseños diferentes de la información– que marca la mucha personalidad que ofrece el 5008. Una postura al volante que no admite términos medios; o gusta mucho o no convence. Resulta, eso sí, muy cómodo por la forma y dimensiones de los asientos, disfrutando de un altísimo grado de confort en largas distancias.

Detrás, mucha amplitud y mucha versatilidad con sus tres asientos individuales y regulables longitudinalmente en 15 centímetros, que permite así jugar con el mucho espacio disponible. Porque el maletero, además de poder desplegar los dos pequeños asientos para su configuración más familiar de siete plazas, sin ellos puede llegar a rozar los 800 litros con los asientos de la segunda fila en su posición más adelantada. Mucho volumen para cargar todo cuanto haga falta con la máxima facilidad.

Tanta como ofrece esta combinación del motor diésel de 130 CV y el cambio automático de 8 velocidades, una configuración suficiente para moverse en carretera con suficiente dinamismo y, sobre todo, muy agradable en el día a día en ciudad. La suavidad del funcionamiento del cambio unido a la buena respuesta del motor permiten moverse a baja velocidad entre el tráfico con fluidez. No acelera con intensidad, pero en carretera es fácil mantener los cruceros más o menos elevados con aparente sencillez, pues además al disponer el cambio automático de ocho velocidades cuando aceleras buscando ganar velocidad siempre encuentre con rapidez la marcha más adecuada para ello.

Sólo si vas a viajar con mucha frecuencia con cinco o más ocupantes y mucha carga notarás en alguna situación puntual cierta falta de potencia. Y a pesar de las dimensiones y los más de 1.600 kilos de peso, los consumos son muy ajustados. Tanto como en nuestro recorrido manteniendo los 130-140 km/h de marcador hemos medido apenas 5,7 l/100 km de media.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN 5008 BlueHDi 130 EAT8 Active; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbocompresor; CILINDRADA 1.499 cm3; POTENCIA MÁXIMA 130 CV a 3.750 rpm; PAR MÁXIMO 300 Nm a 1.750 rpm; VELOCIDAD MÁXIMA 190 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 11,8 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 5,8 l/100 km; AUTONOMÍA 929 km; DIMENSIONES 4.641 / 1.844 / 1.646 mm; NEUMÁTICOS 215/65 R 17; PESO EN VACÍO 1.611 kg; MALETERO 780 l; PRECIO 33.400€

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