El operador ferroviario español, Talgo, ha declinado la oferta de Skoda para ser su socio industrial como alternativa a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) lanzada por la empresa húngara Magyar Vagon.
Así lo comunicaba la corporación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a la que ha remitido la carta que a su vez envió hace unos días a Skoda, en la cual rechazaba la propuesta.
"Habiendo tenido en cuenta el interés de los accionistas de Talgo, sus empleados y otros interesados, el consejo considera que no es el momento adecuado para explorar alternativas a una OPA que garantiza los recursos financieros e industriales que permitirán a Talgo afrontar sus retos presentes y futuros", refleja la carta.
De esta forma, el futuro de Talgo queda ligado a lo que decida finalmente Moncloa, que se opone frontalmente a que la empresa húngara, de la que se sospechan vínculos con Rusia, llegue a una alianza con la española. Sin embargo, Talgo ve el socio perfecto en Magyar, sobre todo por su capacidad industrial, que le permitiría cumplir en tiempo y forma con los pedidos actuales de trenes así como ampliar la cartera de los mismos.
El Gobierno trató de llegar a un acuerdo con CriteriaCaixa para ejecutar una contra OPA, pero no hubo consenso y el Ejecutivo busca fórmulas de todo tipo para bloquear la operación. La tecnología de ancho de vía variable de la empresa española es muy interesante por las posibilidades que ofrece a los operadores ferroviarios, y es algo en lo que está especialmente interesada Magyar Vagon.
Resultados de Talgo
Por su parte, la cuenta de resultados semestrales de Talgo arroja un beneficio neto de 14,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 108% respecto al mismo periodo del año anterior, y unos ingresos de 346 millones de euros, un 20% más debido a su estrategia comercial de los últimos ejercicios y a la fuerte actividad industrial en fabricación de la compañía protagonizada por proyectos tanto nacionales como internacionales, como los pedidos de DB (Alemania), DSB (Dinamarca), y Renfe (España).
Adicionalmente, la actividad de mantenimiento de trenes continuó manteniendo su perfil "recurrente y estable", aportando aproximadamente el 40% de los ingresos totales de la compañía.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) también creció un 22%, hasta los 41 millones de euros, reforzado por el aumento de la mayor actividad registrada.
Por su parte, la cartera de pedidos de Talgo superaba los 4.000 millones de euros a cierre del primer semestre, sobre la cual el 80% corresponde a proyectos internacionales (como DB o DBS), reflejando el proceso de internacionalización de la compañía.
"Además, las recientes adjudicaciones consolidan el posicionamiento de Talgo en el mercado de viajeros por ferrocarril con su tecnología, homologada y operada en los principales mercados europeos, y en especial con una fuerte demanda procedente de países donde Talgo ha probado con éxito su tecnología, Europa y Oriente Medio y Norte de África", defiende la empresa.
En cuanto a la deuda financiera neta, ascendía a 357 millones de euros, el doble que hace un año, debido al aumento de las necesidades operativas de fondos en consonancia con las fases de fabricación actuales. No obstante, la liquidez accesible era de 300 millones de euros.
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