Economía

La banca revienta las comisiones de las tarjetas: dispara un 167% el coste por sacar dinero en cajero ajeno

La reducción de los márgenes por el desplome del crédito ha obligado a las entidades a elevar de forma brusca las cuotas y comisiones que pagan sus clientes por sus tarjetas bancarios. El mayor incremento de estos costes se produce en el débito. Las cuotas anuales se han duplicado desde 2005.

Tener una tarjeta bancaria en la cartera o acudir al cajero automático se han convertido en dos acciones habituales que no han parado de encarecerse desde poco antes del inicio de la crisis. Las cuotas y comisiones que abonan los consumidores por el uso de sus tarjetas bancarias se han incrementado sistemáticamente desde 2005, siendo especialmente significativa la subida de cargos en las tarjetas de débito. En este caso, las comisiones han llegado a incrementarse en un 167% en los últimos nueve años.

El mayor incremento se registra en las comisiones por sacar dinero en cajeros de la propia red, pero de una entidad distinta a la emisora de la tarjeta, que han llegado incluso a triplicarse. Así, se ha pasado de un cargo mínimo del 0,5% de la cantidad extraída al 1,73%, lo que se ha traducido en euros desde un coste mínimo de 0,5 euros en 2005 a los 1,44 euros de este año, lo que implica ese incremento del 167%.

El resto de costes que se abonan por usar las tarjetas de débito también ha aumentado, según el estudio "Tarjetas bancarias en España: desequilibrio, opacidad y abuso en la fijación de comisiones", elaborado por Relance Consultores, una firma internacional con experiencia en este tipo de trabajos en Europa, para la web Kelisto.es.

La cuota anual de las tarjetas de débito se duplica, en promedio, entre 2005 (10€) y 2014 (20€). Respecto a las comisiones por retirada en cajeros de otras redes, que partían de valores muy elevados (3,5% del importe con un mínimo de 2,4€ en 2005), son las que aumentan en menor medida, un 46% (desde los 2,47 euros de 2005 a los 3,61 euros de 2014).

Respecto a las tarjetas de crédito, las comisiones por retirada de efectivo se elevan, pero en menor medida que las correspondientes a las tarjetas de débito. El crecimiento del mínimo en euros entre 2005 y 2014 es un 59% en los cajeros de la entidad, un 35% en los de la propia red (167% en las tarjetas de débito) y un 28% en los cajeros de otras redes (46% en las tarjetas de débito).

Mantener una tarjeta de crédito cuesta al año 90 euros

Como resultado de la política de comisiones, cada titular de tarjetas de débito paga en promedio a la entidad emisora 67€ al año. De esta cantidad, 22€ corresponden a la cuota anual y 45€ a pagos de comisiones por retirada de efectivo en cajeros (no pertenecientes a su entidad). Los gastos en comisiones duplican, pues, los de la cuota anual.

El gasto medio anual de cada titular de tarjetas de crédito por la tenencia y uso para disponer de efectivo (deduciendo la comisión por “disponer de efectivo a crédito”) asciende a 90€. De esta cantidad, 79€ corresponden a las cuotas (cada titular tiene una media de dos tarjetas) y 11€ a comisiones de retirada de efectivo.

El gasto anual en comisiones del titular medio es tres veces más alto en las tarjetas de débito que en las de crédito, según los datos del estudio. Ello se debe a dos elementos que se refuerzan: la comisión por disponer efectivo con tarjeta de débito es entre dos y cuatro veces más alta que la de crédito; el número de operaciones con tarjetas de débito por persona y año es más elevado (24, frente a 17 con tarjetas de crédito).

El estudio se centra en las principales comisiones que aplican las entidades de crédito en España por tenencia y uso en cajeros de tarjetas (débito y crédito), a saber, la cuota anual y las comisiones por retirada de efectivo. La información utilizada sobre el importe de las comisiones desde 2005 a 2012 procede del Banco de España. Los datos correspondientes al año 2014 han sido estimados en el proceso de investigación, partiendo de las comisiones que una muestra de entidades (las 10 mayores, que suman el 61% de los activos de las entidades de crédito españolas) publican en sus páginas de Internet. La metodología de cálculo es coherente con la del Banco de España (serie 2005-2012), entre otros aspectos porque se han seleccionado las tarjetas más habituales, ignorando las de gama media y alta (con cuotas muy elevadas respecto a las tarjetas básicas).

Las entidades en España pueden establecer comisiones, con el límite, según marca la normativa actual, de que “respondan a servicios efectivamente prestados o gastos habidos”. Este incremento en las comisiones sirve a las entidades para contrarrestar la reducción de márgenes que sufren por el desplome del crédito desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. De hecho, la banca en España ingresa 3.266 millones al año por las cuotas y comisiones de las tarjetas, el cuádruple de lo que gasta en mantener la red de cajeros.

Reducción de 9.500 cajeros desde 2008

En la actualidad, el parque de cajeros automáticos en España se sitúa en 61.714 unidades, 9.500 dispensadores menos que desde 2008. Esta reducción se explica en el proceso de reestructuración financiera que ha sufrido el sector en nuestro país con el cierre masivo de oficinas. El resultado es una menor disponibilidad de cajeros para el público: en 2008 había un cajero por cada 730 habitantes mientras que en 2013 la cifra es de un cajero por cada 895 habitantes. Por redes, ServiRed cuenta con 56% de los cajeros; Euro 6000, un 23%, mientras que el Sistema 4b, el 21% restante.

Actualmente, la probabilidad de que un usuario de tarjetas bancarias utilice cajeros sin comisiones (de su propia entidad) es del 50%, mientras que la de usar su propia red se sitúa en el 19,2% y de emplear uno de otras redes del 30,8%.

Esta situación favorece a las entidades que han logrado sobrevivir a esta reestructuración puesto que, no sólo han logrado aumentar su base de clientes, sino que también perciben más comisiones por operaciones en sus cajeros de clientes de otras entidades. Así, Caixabank que posee el 15,1% del parque nacional de cajeros (8.011 unidades), Santander, con un 11,5% de cuota (6.000 cajeros) y BBVA, cuya cuota asciende al 10% (5.200 cajeros), son las entidades más beneficiadas.

Los datos del estudio muestran que los consumidores españoles realizan al año 901 millones de operaciones con tarjeta con las que extraen 109.200 millones de euros, lo que equivale al 10,9% del PIB. La mitad de las retiradas de efectivo de un cajero (450 millones) están sujetas al pago de una comisión. Al año, la banca ingresa sólo en comisiones 1.266 millones.

Las tarjetas bancarias, de crédito y débito, se encuentran ampliamente difundidas entre la población española. Hay 69,7 millones de tarjetas emitidas en manos de 28 millones de personas (73% de la población española de 18 y más años), con las que se hicieron 901 millones de operaciones de retirada de efectivo en cajeros en 2013 (2,4 millones al día) por un importe equivalente al 10% del PIB.

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