Economía

La tasa de empleo de las madres, 20 puntos inferior a la de los padres

La tasa de empleo femenino se reduce en el caso de las madres en hasta seis puntos con respecto a las mujeres sin hijos, mientras que la tasa de empleo de los padres aumenta en 4,8 puntos con respecto a los hombres que no tienen hijos

La tasa de empleo de las madres con hijos menores de 12 años es del 69 %, mientras que la tasa de los padres en la misma situación supera el 90 %, una diferencia de más de 21 puntos porcentuales que evidencia la brecha de género en el trabajo y en los cuidados familiares.

Según datos facilitados por el Ministerio de Trabajo con motivo del Día Internacional de la Mujer, la tasa de empleo femenino se reduce en el caso de las madres en hasta 6 puntos con respecto a las mujeres sin hijos, mientras que la tasa de los padres aumenta en 4,8 puntos con respecto a los hombres que no tienen hijos.

El número de hijos también influye en esta brecha, ya que la diferencia en la tasa de actividad entre progenitores con un hijo es de 13,6 puntos, una cifra que aumenta a 19,8 puntos cuando se tienen dos hijos y hasta 29 con tres o más hijos, según datos de Eurostat de 2020 recogidos en el informe "La situación de las mujeres en el mercado de trabajo 2021", elaborado por la vicepresidencia segunda.

Los datos de Trabajo también inciden en que las mayores diferencias de salario medio se dan entre ocupaciones feminizadas de peor remuneración y puestos de trabajo muy masculizados.

En este aspecto, el Ministerio indica que las mujeres representan el 92 % de los trabajadores ocupados en el sector de cuidados de personas y el 85 % del personal dedicado a la limpieza.

Reducción de jornada de madres, temporalidad y rotación de empleo

La reducción de jornada es una opción para afrontar los cuidados familiares sin renunciar completamente a la vida laboral, un aspecto en el que también se evidencia la brecha de género, ya que el 76 % de las jornadas parciales están ocupadas por mujeres, es decir, más de 2 millones de mujeres.

La temporalidad y la rotación en la contratación también ha afectado históricamente más a las mujeres, una situación que se ha agravado como efecto de la pandemia, habiéndose incrementado la tasa de temporalidad del empleo femenino un 27,8 %.

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