Las grandes compañías tecnológicas, las principales redes sociales y las empresas de la economía colaborativa pagarán el 3% del importe de sus operaciones en España si el Gobierno saca adelante la conocida como Tasa Google, un impuesto de nueva creación que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado que se tramitará próximamente como proposición de ley.
El Ejecutivo necesitará, por tanto, conseguir los suficientes apoyos parlamentarios para sacar adelante esta medida, que se aplicará a las empresas con unos ingresos anuales mundiales de, al menos, 750 millones de euros o superiores a los 3 millones en España. Es decir, no afectará a la gran mayoría de las pymes tecnológicas.
El impuesto gravará al tipo del 3% los servicios de publicidad en línea, de intermediación y de venta de los datos que se hayan generado a partir de la información proporcionada por los usuarios, según han detallado a Vozpópuli fuentes de Hacienda.
Si el proyecto sale adelante en estos términos, estarían obligadas a pasar por caja redes sociales como Facebook -10,1 millones de euros de ingresos en España en 2017- y Twitter -4,49 millones-; así como a gigantes como Google -92,3 millones en 2016- y Amazon -275,81 millones-. También empresas de la denominada economía colaborativa como Cabify -72,96 millones-.
Poca aportación al fisco
La medida se ha planteado después de un largo debate sobre la escasa aportación que realizan a la Hacienda pública las grandes firmas tecnológicas, tanto en España como en la UE. De hecho, Apple, Google, Facebook y Amazon abonaron al fisco, sobre sus beneficios, un total de 21,6 millones de euros en los últimos ejercicios sobre los que existen datos en el Registro Mercantil.
El problema hasta el momento ha sido la imposibilidad de desarrollar una normativa conjunta dentro de la UE, que permita acotar las prácticas de ingeniería fiscal que permiten a las empresas aportar en los Estados miembros menos dinero del que se correspondería con la actividad que desarrollan, al desviar fondos a ‘paraísos contables’.
En concreto, Google abonó en 2016 un total de 6,4 millones de euros de impuesto sobre sus beneficios, frente a los 266.873 euros que aportó Facebook en 2017; los 13,3 millones de Apple y los 1,64 millones de euros de Amazon.
Intento en Bruselas
Uno de los pasos más significativos en este sentido lo dio el pasado marzo el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, cuando propuso un impuesto del 3% a las grandes tecnológicas. Sin embargo, la aprobación de esta medida será complicada, ante la oposición o las dudas mostradas por una decena de países, lo que deja claro la complejidad que implica solucionar este problema.
El problema al que se podría enfrentar España, si aprobara este impuesto, tiene que ver con las posibles maniobras contables que efectuarían las empresas tecnológicas para minimizar el efecto de eta tasa. Máxime si se tiene en cuenta que países de la Europa comunitaria no tienen este impuesto, explican fuentes de este sector.
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