España y otros 10 países de la UE -entre ellos Alemania, Francia e Italia- han alcanzado este miércoles un "acuerdo político" para poner en marcha, posiblemente a partir de 2015, una tasa a las transacciones financieras, que inicialmente sólo se aplicará a las operaciones con acciones, según ha anunciado el ministro de Economía, Luis de Guindos.
El objetivo de esta tasa es garantizar que el sector financiero contribuya de forma equitativa y sustancial a los ingresos públicos y frenar las operaciones más especulativas. Bruselas ha propuesto que la tasa grave con un 0,1% las transacciones de acciones y bonos y con un 0,01% las de derivados.
"Hemos llegado a un acuerdo político", ha anunciado Guindos en rueda de prensa al término del Ecofin informal de Atenas, en el que esta cuestión no figuraba en principio en la agenda. El compromiso se formalizará en la próxima reunión de ministros de Economía de la UE de mayo.
La posición que defendía España
Guindos ha explicado que el acuerdo final es "muy parecido" a la posición que defendía España. Así, la tasa se aplicará de forma "gradual" y en un primer momento sólo gravará "las transacciones en acciones, tanto en el mercado al contado como en el mercado de derivados"."Posteriormente, en función de cómo vayamos viendo que va evolucionando este impuesto, lo iremos extendiendo a otro tipo de productos", ha señalado Guindos.
Además, los ministros ha acordado que se aplicará "fundamentalmente" el principio del lugar de emisión. Según este principio, los instrumentos financieros emitidos en los 11 Estados miembros serán gravados cuando sean objeto de negociación, incluso si los negociadores implicados no están establecidos en la zona de aplicación de la tasa. El objetivo es evitar deslocalizaciones.
Guindos ha explicado que "también se puede tener en cuenta en algunos casos específicos, países que no tienen emisores importantes, el principio de residencia". Ello implica el devengo del impuesto si alguna de las partes de una transacción está establecida en un Estado miembro participante, con independencia del lugar en donde se realiza la transacción.
En el proyecto de tasa a las transacciones financieras participan España, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Eslovenia, Austria, Bélgica, Estonia, Eslovaquia. Estos 11 países han decidido avanzar en solitario mediante una cooperación reforzada ya que el veto de Reino Unido impide un acuerdo a Veintiocho.
Bruselas calcula que la tasa aplicada en 11 países permitiría recaudar, si se aplicara a todos los instrumentos, entre 30.000 y 35.000 millones de euros al año, de los cuales alrededor de 5.000 millones en España.
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