Escalada de tensión entre el grueso de LaLiga y sus dos principales activos comerciales, el Real Madrid y el Barcelona. El presidente de la patronal, Javier Tebas, ha adoptado la decisión de excluirles de encuentros en los que se tomen decisiones sobre el futuro del negocio audiovisual de la competición nacional, según ha podido confirmar este medio. El abogado que encabeza LaLiga lo ha hecho con el apoyo de los demás clubes y el asesoramiento de su departamento de compliance, la multinacional de la asesoría KPMG (que ha aportado una proyección del impacto de la Superliga europea) y del bufete español Uría Menéndez (con un informe jurídico).
El argumento para semejante decisión pasa por la apuesta "muy activa" de Madrid y Barça hacia la Superliga que, de acuerdo al forensic de KPMG, perjudicaría seriamente el valor de los derechos televisivos de los clubes de La Liga que no participen de la primera.
En concreto, devaluaría el conjunto de los derechos en un 10% a nivel nacional y un 25% a nivel internacional. Un impacto de más de 1.000 millones anuales por los 4.000-5.000 millones que mueve La Liga en total y que redundaría en beneficio de los participantes de la Superliga, como Madrid y Barça. Estos pasarían a ingresar 400 millones anuales más, según las estimaciones de KPMG para un formato similar al único anunciado oficialmente hasta ahora, de 20 equipos con cuatro descensos.
En contraste, según resaltan fuentes próximas a los discrepantes, los merengues y blaugranas representan más del 40% del valor de LaLiga. Desde fuentes cercanas a la Superliga se resalta que las estimaciones de KPMG no tienen sentido puesto que el formato de la nueva competición -que podría lanzarse en 2024 o 2025- no está aún definido. Por lo pronto, sus impulsores han renunciado a la existencia de plazas fijas.
Madrid y Barça demandan a Tebas
Como avanzó El Periódico de España, el conflicto ha motivado que Madrid y Barça presentaran ya en 2022, con el asesoramiento de Clifford Chance, una demanda contra LaLiga por ver vulnerado su derecho fundamental de asociación. La demanda se apoya en la exclusión de tres reuniones de marzo, abril y mayo de 2022 y ha sido ahora admitida a trámite -algo previsible dentro de la jurisdicción civil-.
Entre los argumentos de los demandantes se apunta a la permisividad de la patronal con el Atlético de Madrid, también fundador y todavía ligado contractualmente a la empresa de la Superliga. De hecho, la Real Federación Española de Fútbol respalda la tesis de Madrid y Barcelona, pendientes de un fallo esta primavera del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la Superliga.
Según ha podido saber este diario, el consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, ha trasladado a Tebas que no se considera "accionista" de la Superliga y se ha comprometido por escrito a dejar de participar en reuniones de cualquier tipo con la empresa promotora de la nueva competición, A22, en una forma de dar justificación a la decisión de LaLiga.
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