Lo llaman el timo de la doble llamada o también vishing, y ya ha dejado un reguero de víctimas a sus espaldas, a tenor de las advertencias que hizo el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recientemente acerca de esta estafa.
El objetivo de la misma es que el usuario cambie de compañía telefónica y el robo de datos de quienes caen en el timo. El propio INCIBE lo define como "un tipo de estafa de ingeniería social por teléfono en la que, a través de una llamada, se suplanta la identidad de una empresa, organización o persona de confianza, con el fin de obtener información personal y sensible de la víctima".
Todo arranca con una llamada en la que se alerta al cliente de un operador de telecomunicaciones acerca de una inminente subida en su tarifa. Quien se comunica es, supuestamente, la teleco con la que tiene firmado el contrato para los servicios de telecomunicaciones. Alerta de que en un breve espacio de tiempo -muchas veces en cuestión de horas- se va a proceder a realizar una subida unilateral en el precio del servicio. Sin embargo, el llamante explica que tiene libertad para marcharse con otra compañía en esas horas que hay de margen.
Esa comunicación genera una gran inquietud al cliente, primero por el sobrecoste que se anuncia y luego por el corto periodo de tiempo en el que hay que tomar la decisión de marcharse a otro operador para evitar el incremento, y la dificultad de escoger en manos de quién ponerse. Poco después se recibe otra comunicación supuestamente de uno de los operadores de la competencia en la que se ofrece una tarifa mejor que la que se va a ejecutar unilateralmente en cuestión de horas. En ocasiones el precio es mejor, incluso, que la que se tiene en la actualidad, antes de que se produzca la anunciada subida.
La cosa no acaba ahí. Poco después el afectado recibirá la llamada de otro operador. De hecho, serán varias las compañías de telecomunicaciones que generalmente le ofrecerán tarifas mejores, pero en realidad siempre se tratará de teleoperadores que trabajan para la misma compañía. Los precios son normalmente más baratos que los que habrá tras la falsa subida, pero más caros que los que el usuario tiene en la actualidad, así que quedará relativamente contento si acaba picando.
"Se hicieron pasar por empleados de la empresa con la que tengo contratado el servicio de fijo y móvil. Me dijeron que me iban a subir la tarifa nada menos que 50 euros al mes, lo que en mi caso supone un aumento del 80%. Me aseguraron que el cambio se produciría a las 12 de la noche", explica A.P., una de las últimas afectadas por este timo. Otra víctima apunta que, tras recibir el ultimátum, ese mismo día "comencé a recibir llamadas de Telefónica, Vodafone, Orange, MásMóvil, Digi... Todas con ofertas muy interesantes. Sin embargo, llegados a un punto, me presionaron para que centrara en una de ellas en concreto, que era justamente la que mejor oferta me hacía en términos económicos...".
Los operadores investigan las estafas, pero...
Es una práctica que todos los operadores ven mal, pero a la que tampoco se le pone solución. El problema es que en la mayoría de los casos se trata de subcontratas cuyo fin es conseguir, sea como sea, aumentar la base de clientes del operador que tiene acuerdo con ellas.
"Son agentes individuales o contratas que trabajan para las telecos, y que cobran una comisión por cada usuario que consigan para la empresa para la que trabajan. Están sometidas a mucha presión porque si no cumplen con un cupo concreto el contrato se rescinde, y están dispuestas a cualquier cosa para ganar usuarios", explican a Vozpópuli fuentes conocedoras de la estafa.
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