El Gobierno de Pedro Sánchez ya cuenta con el 10% de los títulos de Telefónica -es el accionista mayoritario-. Se trata de un objetivo que se marcó tras la entrada de la empresa propiedad de la familia real saudí, STC Group en el operador. Un movimiento que se produjo septiembre del año pasado, aflorando una posición del 9,9% (un 5% en derivados y el 4,9% restante de forma directa).
La captación de este paquete accionarial se ha ejecutado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo económico con el que el Gobierno ha desembolsado casi 2.300 millones de euros para alcanzar el porcentaje deseado.
En concreto, la SEPI ha adquirido 567.016.155 acciones de Telefónica a un precio medio de 4,0295 euros por acción. Sumadas a las 541 acciones que mantenía previamente en cartera, el total asciende a 567.016.696 acciones. "Con ello se culmina la ejecución de la operación de compra ordenada por el Consejo de Ministros", ha añadido la SEPI en un comunicado remitido a la CNMV.
"Telefónica es una de las principales compañías del país, líder en el sector de las telecomunicaciones y clave en otros ámbitos estratégicos. La empresa es determinante por sus capacidades industriales y áreas de conocimiento, ya que desarrolla actividades relevantes para la economía y el tejido productivo, incluyendo las relacionadas con la seguridad y la defensa", ha indicado.
En esa línea, la participación de la SEPI en el capital de Telefónica tiene "vocación de permanencia" y busca aportar una "mayor estabilidad accionarial" a la compañía para la consecución de sus objetivos, al tiempo que contribuye a la "protección de sus capacidades estratégicas", ha apuntado.
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