Economía

Telefónica prepara un recorte del dividendo para reducir deuda y mantener su rating

El Brexit frena el Plan B de Pallete para vender activos y reducir deuda y la compañía se plantea, por primera vez, recortar levemente el dividendo y elevar el pago en acciones propias (scrip) para mantener saneados sus niveles de tesorería.

Tocar el hasta ahora sagrado dividendo de Telefónica ha dejado de ser tabú para el nuevo presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete. En este complicado 2016, en el que Bruselas ha vetado la venta de su filial inglesa O2, el Reino Unido empieza a abandonar la UE y la primera compañía del Ibex está obligada a recortar su abultada deuda de más de 50.000 millones de euros, llega el momento de revisar la política de retribución al accionista.

Según las fuentes internas consultadas, el equipo de Pallete tiene ya sobre la mesa no sólo la opción de convertir en scrip (pagar el dividendo en acciones propias) “entre el 50% y el 75%” del dividendo de 0,75 euros que hasta ahora se abonaba en efectivo sino también recortar ese pago en hasta el 20%.

La decisión no está tomada aún, añaden esas mismas fuentes, pero la idea está tomando fuerza a nivel interno y podría anunciarse a finales de julio, en la conferencia que el director financiero, Ángel Vilá, tendrá con los analistas tras la presentación de los resultados semestrales.

Las grandes operaciones que preveía la compañía para paliar el fracaso de la venta de O2 se han visto paralizadas por la incertidumbre de los mercados

El ex presidente de la compañía, César Alierta, dijo a principios de año que el dividendo estaba garantizado “por al menos diez años más”, con la esperanza de que la Comisión Europea aprobara la venta de O2 a Hutchison Wampoa, operación que habría inyectado al grupo 13.000 millones de euros, suficientes para reducir parcialmente la deuda del grupo, mantener el dividendo y no perder el preciado rating.

Pero O2 se queda en el perímetro de Telefónica, por decisión del propio Pallete tras el ‘no’ a su venta, tal y como adelantó Vozpópuli, y ese balón de oxígeno financiero no llegará. Y las alternativas más enjundiosas del Plan B del presidente para recortar la deuda en 15.000 millones (salida a bolsa de Telxius o de un paquete minoritario de O2) se han ido al traste, al menos en el corto y medio plazo, por el shock que el Brexit ha provocado en los mercados internacionales.

Es en ese contexto en el que la propia Telefónica se tuvo que corregir a sí misma y anunciar que, ante la nueva situación, podría pagar hasta la mitad del dividendo anual en acciones de la propia compañía.

Sin embargo, la situación ha ido empeorando desde el ‘sí’ de los británicos a abandonar la UE y las correcciones en los parqués internacionales y la alta volatilidad impiden realizar ventas o salidas a bolsa en buenas condiciones.

El scrip podría elevarse hasta el 75% del dividendo total y el recorte podría ser de entre 10 y 15 céntimos

De ahí que Telefónica estudie ahora ampliar, si es necesario, ese scrip hasta el 75%, garantizando así los niveles de tesorería actuales, y llegado el caso, “recortar en 10 o 15 céntimos el dividendo con cargo a 2016”, añaden las fuentes.

Tradicionalmente, la compañía abona el primer dividendo a cuenta en noviembre, de forma que aún tiene varios meses de margen para tomar la decisión. Sin embargo, sobre el equipo gestor comienzan a llegar las presiones más o menos veladas de inversores y algunos bancos de negocios. Merril Lynch ya ha dicho que duda de que la compañía pueda cumplir con su compromiso de mantenimiento del dividendo y apuesta por un recorte.

Las agencias de rating no han dicho aún ni mu y confían en que la compañía cumpla con sus compromisos de reducción de deuda para no perder sus actuales niveles de rating.

En esa misma línea se muestran otros muchos bancos de negocios (Goldman Sachs, Citi…) y analistas, que consideran que, por ahora, la operadora tiene margen para proseguir con su política de desinversiones y reducción de deuda.

Hay analistas que creen que por ahora Telefónica tiene margen de maniobra gracias a las líneas de financiación abiertas y a la posibilidad de realizar las desinversiones más pequeñas

Fuentes financieras van más allá y recuerdan que hay opciones alternativas al recorte del dividendo. “La compañía cuenta con buena liquidez, sin necesidades urgentes para este año y 2017, con líneas de crédito abiertas y la posibilidad de emitir bonos híbridos por un monto de hasta 5.500 millones de euros”.

Además, según las fuentes, Telefónica seguirá vendiendo activos ‘non core’ como BBVA (0,7%), lo que resta de China Unicom (acaba de vender el 1,5% por 322 millones), Mediaset, Indra, Prisa y Telefé.

Participaciones éstas todas susceptibles de ser vendidas, pero que no aportarían los altos niveles de cash que necesita la compañía para recortar su deuda.

Además, queda pendiente la operación de venta de activos en México, si bien no hay un diseño claro de lo que piensa hacer la compañía.

Ante esta situación, el día D es el 28 de julio, jornada de presentación de resultados semestrales en la que los directivos del grupo tendrán que responder a los analistas sobre si se opta finalmente por recortar el dividendo o no.

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