Telefónica ha cerrado su último plan de bajas incentivadas, que afectará a 1.958 empleados. Está previsto que la firma del mismo se haga efectiva mañana, tal y como ha podido confirmar Vozpópuli con fuentes de total solvencia. Al plan, como decimos orientado a casi 2.000 empleados de la corporación, pueden apuntarse un máximo de 3.500 trabajadores. El coste para el operador superará los 1.600 millones de euros.
La empresa abonará a quienes cumplan con los requisitos en torno a un 68% del salario íntegro hasta los 65 años. También cotizará por ellos a la Seguridad Social hasta esa edad y les sufragará un seguro médico.
Los PSI o planes de bajas incentivadas han sido la fórmula elegida por Pallete para aligerar la plantilla de la teleco. La semana pasada Telefónica incrementaba su propuesta incrementando el máximo de adhesiones hasta el 33% en las áreas denominadas críticas, y en las que se encuentran 1.271 trabajadores del operador que, por edad y antigüedad, cumplen con los requisitos del total de 419 empleados que se pueden adherir al plan.
Por otra parte, un máximo del 75% de trabajadores de más de 54 años de las áreas no críticas se podrán unir al PSI, lo que supone un total de 2.285 empleados.
Telefónica ha mejorado la propuesta comprometiéndose a mantener la cláusula de garantía salarial hasta 2022, cláusula recogida en el II Convenio de Empresas Vinculadas a Telefónica. Además ha ratificado los 150 euros del plus de 300 euros, que se abonarán en octubre de 2023.
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