Cuando una empresa se plantea realizar una transformación digital de sus procesos de relación con el cliente o de comercialización de sus productos y servicios suele olvidar que no se trata únicamente de volcar su estrategia offline al mundo online. “La transformación digital es optar a una cultura de cambio constante, que no está relacionada con el talento ni la tecnología. Implica un cambio de hábitos”, asegura Jesús Renero, responsable de Insights Big Data de Telefónica y profesor del Instituto de Empresa.
Durante su intervención en la jornada sobre Digitalización, externalización e integración de servicios financieros, organizada por Executive Forum y Vozpópuli, señaló que uno de los errores más frecuentes a la hora de abordar el cambio digital es pensar que la empresa puede mantener inalterados sus procesos productivos o su propia organización como compañía sin comprometer su viabilidad como negocio.
Con la ingente cantidad de información que generan las relaciones y transacciones de una empresa, sus responsables serían capaces de modelar el salto digital en función de las necesidades de sus clientes. Pero el problema es, según Renero, que cuando se plantea el diseño de esta transformación digital se suele incurrir en el error de realizarlo en función de los parámetros que precisamente se pretenden abandonar. Y la Ley de Conway lo corrobora, como explicó el responsable de Telefónica.
Otro de los inconvenientes que se pueden plantear es anteponer el análisis de los enormes volúmenes de información que generan actualmente las compañías (lo que se conoce comúnmente como Big Data), para intentar establecer parámetros de actuación, antes que planificar el diseño de las herramientas de análisis en función de la estrategia de transformación digital (Data Engineering), según Jesús Renero.
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