La expansión de Tesla por todo el mundo contemplaba, a pesar de las dificultades que implica, construir en suelo europeo la primera fábrica de baterías, una jugosa inversión a la que se 'apuntaron' interesados diversos países, entre ellos España, Francia, Holanda y Reino Unido. Una decisión que llega en un momento en el que la Unión Europea quiere comenzar a producir sus propias baterías para la industria interna del coche eléctrico y poder competir con mejores garantías con el potente mercado asiático.
Holanda contaba con cierta ventaja toda vez que la planta de ensamblaje de Tilburg, al sur de Países Bajos, se encarga del montaje final de las versiones destinadas al mercado europeo de los modelos que son producidos en la sede central de Tesla en California. Y España, por su parte, jugaba la baza de su potente sector del automóvil con plantas ya consolidadas de varios de los fabricantes más importantes del mundo que han creado un enorme tejido industrial, además del sector de componentes, aportando una climatología que garantizaba el suministro de energía solar que tanto gusta a Tesla.
Pero, finalmente, la automovilística norteamericana construirá su gigafactoría europea para la producción de baterías, así como un centro de diseño e ingeniería, en suelo alemán, concretamente en Berlín, tal como ha anunciado el fundador de la compañía, Elon Musk. La planta alemana será la cuarta de Tesla, pero la primera el territorio europeo. La original en funcionamiento está situada en el estado de Nevada (EE.UU.) y produce baterías. Además, Tesla ha construido otra gigafactoría en Shangai que está a punto de empezar a comercializar los primeros vehículos producidos en la planta. Tesla también ha anunciado la construcción de una tercera gigafactoría en el estado de Nueva York para la producción de tejas solares.
Elección de Alemania
Musk destacó que la calidad de la ingeniería en Alemania es una de las razones por las que construirá la primera gigafactoria de Tesla en Europa en las cercanías de Berlín. "También vamos a crear un centro de ingeniería y diseño en Berlín, porque Berlín tiene el mejor arte del mundo", explicó el fundador del fabricante de vehículos eléctricos de lujo Tesla.
Alemania es el principal mercado europeo de vehículos de lujo y cuenta con programas para incentivar la venta de vehículos eléctricos en detrimento de automóviles con motores de combustión. Y Tesla quiere aprovecharlo para poder comercializar sus modelos en Europa y poder hacerlo con un coste de producción que le permite ser más competitivo ante la avalancha de modelos eléctricos de lujo por parte de las principales marcas alemanas. Una millonaria inversión que supondrá además la creación de miles de empleos en el entorno de la nueva fábrica.
Pérdidas a falta de un trimestre
Todo ello en un momento no especialmente bueno para la marca, que el pasado mes de octubre informaba de unas pérdidas netas de 907 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2019, un 28,7% menos que en 2018, tras un tercer trimestre en el que mejoró sus cifras con una ganancia de 150 millones de dólares. Sus ingresos aumentaron a 17.194 millones de dólares desde enero hasta finales de septiembre, un 20,7% más que hace un año. De esta cifra, 13.809 millones de dólares proceden de la venta de automóviles, lo que supone un aumento del 19,4%.
Tesla explicó que la finalización de su primera planta de producción en China, Gigafactory Shanghai, va por delante de lo programado y que "la producción de prueba" del Model Y, un todocaminos SUV compacto, también ha empezado antes de lo previsto inicialmente. "Gigafactory Shanghai fue construida en 10 meses y está lista para la producción, al mismo tiempo que fue un 65% menos caro producir nuestro sistema de producción de Model 3 en Estados Unidos", afirmó la compañía en un comunicado.
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