Estuvo cerca de instalar su primera fábrica en suelo europeo en España, pero Tesla finalmente se decantó por Alemania, concretamente en Berlín, para comenzar su aventura en el viejo continente y poder acercar así sus productos al exigente cliente europeo. Y tras muchos meses de preparativos, la primera fábrica en Europa de la marca norteamericana ya ha comenzado a producir, con cinco meses de retraso sobre el plan previsto, sus primeras unidades, todavía en fase de pre producción, pero ajustando ya todo el proceso productivo para este mismo mes comenzar a fabricar unidades ya de serie directamente para ser comercializadas.
De acuerdo con la publicación especializada "Automobilwoche", está previsto que el último permiso de impacto ambiental, del que depende que la "gigafábrica" pueda comenzar a funcionar, sea concedido en los próximos días, aunque la Oficina de Medio Ambiente del "Land" de Brandeburgo, de la que depende dicho permiso, señaló en declaraciones a Efe que el proceso de autorización continúa y que todavía no hay fecha para la decisión.
Según la publicación, Tesla ya ha producido en la planta de Grünheide, al este de Berlín, los primeros cinco ejemplares del Model Y que se ensamblará en la factoría, a razón de 1.000 unidades por semana a partir de enero. Una producción que apunta a que más adelante aumente hasta las 500.000 unidades al año. El fundador y consejero delegado de Tesla, Elon Musk, había expresado la intención de que la primera planta del continente iniciase la producción este julio, pero las demoras en la tramitación de los permisos por parte de las autoridades regionales frustraron dicho objetivo.
El gobierno regional del "Land" de Brandeburgo, donde se sitúa la fábrica, ya había señalado entonces que la principal prioridad es que la decisión pendiente de la Oficina de Medio Ambiente de Brandeburgo aporte "seguridad legal" a todo el procedimiento. Que la Oficina de Medio Ambiente vete el proyecto está casi descartado, declaró entonces el responsable de Economía del "Land", Jörg Steinbach, indicando que "no se trata de la autorización de una nueva central nuclear".
Una factoría que está ya preparada para comenzar a funcionar a pleno rendimiento y en la que en estos momentos trabajan 1.800 empleados, pero que está previsto que más adelante la cifra ascienda a 12.000.
Sin ayudas públicas
Una puesta en marcha que ha sido íntegramente sufragada por la propia marca, pues Tesla no ha aceptado los casi 1.200 millones de euros en ayudas estatales. El fabricante informó a las autoridades alemanas de que no recurrirá al paquete de ayudas, según el portavoz del Ministerio de Economía del país alemán, Beate Baron.
Así, Elon Musk, que tuiteó que la decisión era coherente con las creencias de Tesla, responde a las críticas sobre la dependencia de sus empresas de la financiación gubernamental. Con la fábrica de Gruenheide (Berlina) ya prácticamente finalizada, su próximo proyecto recoge la intención de fabricar células de baterías en la misma instalación. El Ministerio de Economía alemán, que ya había aprobado la ayuda en el marco del programa de innovación de baterías IPCEI de la Unión Europea, estima que Tesla está invirtiendo unos 5.000 millones de euros en Gruenheide.
Unas inversiones que podrían no ser las últimas fuera de Estados Unidos, pues ya hay rumores del interés de Elon Musk por construir una segunda planta en China visto el excelente resultado de la que ya tiene en marcha, en la que este mismo año podría superar las 500.000 unidades producidas.
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