Hace ahora un año, las acciones de Tesla se cotizaban a poco más de 250 dólares el título. Han bastado 365 días para superar los 1.700 dólares y alcanzar su récord histórico. Y es que las acciones de la compañía estadounidense de vehículos eléctricos de lujo llegaron a dispararse a principios de esta semana hasta un 14%, una subida que está haciendo escalar a su fundador, el empresario Elon Musk, en la lista mundial de millonarios.
A media sesión del pasado lunes en la Bolsa de Nueva York, Tesla llegó a cotizar a 1.764 dólares en el índice compuesto Nasdaq, avanzando un 10,5% en medio de una sesión muy positiva para Wall Street que le ha visto jugar con un récord intradía y elevar su capitalización de mercado por encima de los 320.000 millones, lo que le convierte en la empresa automovilística con mayor valor bursátil, a pesar de que el valor de sus acciones en estos últimos dos días se hayan desinflado hasta quedarse ligeramente por encima de los 1.500 dólares.
Y es que en los últimos cinco días, los títulos de la firma se han revalorizado más de un 20% y desde el comienzo del año más del 300%, lo que sitúa su valor de mercado en el último puesto del de las diez empresas más grandes de EE.UU., por encima de los gigantes automovilísticos Toyota, Volkswagen o Hyundai.
La reciente subida bursátil ha aumentado además el patrimonio de su fundador y principal ejecutivo, Elon Musk, que ha superado por 1.000 millones de dólares al veterano inversor Warren Buffett en la lista de personas más ricas del mundo elaborada por Bloomberg, con una fortuna estimada en unos 70.500 millones, que lo coloca en el séptimo lugar de la clasificación.
Aunque muchos inversores observan con escepticismo el impulso de Tesla y advierten de una burbuja tecnológica, otros están a la espera de que publiquen sus resultados trimestrales el próximo 22 de julio y apuntan que si reporta beneficios podría ser incluida en el índice selectivo S&P 500, que recoge las 500 mayores empresas del país. Sería el cuarto trimestre consecutivo que lograría beneficios, toda vez que en el primer trimestre de este año registró unos beneficios netos de 16 millones de dólares tras tener ingresos de casi 6.000 millones, un 32% más que en el mismo periodo del año anterior.
De momento, la compañía ha informado de que entre marzo y junio, meses dominados por el parón de actividad de la covid-19, logró vender 90.650 vehículos, superando las expectativas de los analistas de Wall Street y capeando el temporal mejor que otros competidores, pese a que esa cifra es casi un 5% más baja que la del mismo tramo de 2019.
En el primer trimestre, Tesla produjo un total de 102.672 vehículos, un 33% más que en los tres primeros meses de 2019 pero un 3% menos que en el trimestre anterior. De esta cifra, 87.282 fueron Model X y Model Y. La marca ya empezó la producción del nuevo SUV bautizado como Model Y en su planta estadounidense de Fremont a principios de año, donde también produce sus otros modelos y espera que su planta de montaje en Shangai (China) produzca aproximadamente 4.000 vehículos a la semana este mismo año.
Alemania antes que España
Mientras, en propio Elon Musk a través de su cuenta de Twitter ha mostrado una imagen de la que será la gigafactoría de Tesla en Berlín (Alemania), cuya construcción ha ido sufriendo retrasos por el impacto del coronavirus. Una fábrica que es además la primera en suelo europeo de baterías, y a la que optaron varios países, España incluida, que jugaba la baza de su potente sector del automóvil con plantas ya consolidadas de varios de los fabricantes más importantes del mundo que han desarrollado un enorme tejido industrial, además del sector de componentes, aportando una climatología que garantizaba el suministro de energía solar que tanto gusta a Tesla.
Pero, finalmente, Musk optó por Berlin entre otras cosas por la calidad de la ingeniería en Alemania y porque es el principal mercado europeo de vehículos de lujo y cuenta con programas para incentivar la venta de vehículos eléctricos en detrimento de automóviles con motores de combustión. Y Tesla quiere aprovecharlo para poder comercializar sus modelos en Europa y poder hacerlo con un coste de producción que le permite ser más competitivo ante la avalancha de modelos eléctricos de lujo por parte de las principales marcas alemanas. Una millonaria inversión que supone además la creación de miles de empleos en el entorno de la nueva fábrica.
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