El Tesoro Público ha colocado este martes 1.750,20 millones de euros en letras a tres y nueve meses, algo por encima del rango medio previsto, y ha mantenido el interés cobrado a tres meses, pero ha ahondado en los tipos negativos en el caso de las letras a 9 meses.
A pesar de pagar por los títulos a corto plazo de deuda española, los inversores siguen confiando en las emisiones del Tesoro español, ya que la demanda conjunta de ambos papeles ha superado los 7.100 millones de euros, lo que supone multiplicar por más de cuatro lo finalmente adjudicado en los mercados.
En concreto, el Tesoro ha colocado 580 millones en letras a tres meses, muy por debajo de los 2.365 solicitados por los inversores, y el tipo de interés marginal se ha situado en el -0,500, prácticamente igual que el -0,506% de la subasta previa celebrada el 25 de agosto.
En las letras a nueve meses, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 1.170,20 millones de euros, frente a una demanda que ha superado los 4.800 millones de euros, y la rentabilidad marginal ha sido más negativa (-0,471%) que la última emisión de esta misma referencia (-0,449%) el pasado mes.
El Tesoro Público sigue así avanzando en la consecución de su programa de financiación, revisado en mayo al alza como consecuencia de las mayores necesidades por la crisis del Covid-19, y tras la emisión de este martes, volverá a los mercados el próximo jueves con una subasta de bonos y obligaciones del Estado, con un objetivo de colocación de entre 4.000 y 5.000 millones de euros.
Con las dos emisiones de esta semana el organismo cerrará el calendario de subastas previsto para el mes de septiembre, y ya regresará a los mercados en octubre con nuevas subastas de letras y bonos.
El organismo anunció a finales de mayo una modificación de su programa de financiación para este año, que prevé elevar la emisión neta en 97.500 millones de euros, hasta un total de 130.000 millones, e incrementar en algo más de 100.000 millones la emisión bruta, hasta alcanzar los 297.000 millones de euros, como consecuencia de la mayor necesidad de financiación por el aumento de la deuda pública para hacer frente a los mayores gastos derivados del Covid-19.
No obstante, a la previsión de emisión neta se le descontarán en torno a 21.000 millones que recibirá España del sistema de reaseguro de empleo (SUR), así como la parte que perciba del fondo de reconstrucción europeo.
En detalle, estima una necesidad de financiación bruta para 2020 de 297.657 millones de euros, de los que 185.969 millones se prevé financiar mediante bonos y obligaciones y 111.688 a través de letras del Tesoro.
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