Malas noticias para el Tesoro. La primera subida de tipos de interés, más elevada de lo esperado, y las palabras de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) hacen presagiar que la escalada del precio del dinero seguirá por un tiempo. A esta primera subida de 50 puntos básicos podría sumarse dos más de la misma intensidad en las reuniones de septiembre y octubre, tal y como apuntan los analistas de CaixaBank Research. Y no son los únicos, desde UBP también señalan una subida hasta el 1,5% para una tasa de tipos neutral.
Christine Lagarde dejó claro en la rueda de prensa de este jueves que ya no habrá más previsiones y que la decisión se tomará "mes a mes y paso a paso", por lo que no es de extrañar que las próximas subidas cumplan con las estimaciones de los analistas. Este repunte busca enfriar la inflación, pero tiene como contraposición un aumento en el precio de los intereses de la deuda que pagan los países y en este caso, España es uno de los más afectados.
Una simulación realizada por la AIReF estima que una subida de tipos de 100 puntos básicos podría encarecer la deuda en 15.000 millones. Pues bien, si se tiene en cuenta esta estimación y los niveles con los que trabajan en las diferentes casas de análisis, a España le podría costar hasta 22.500 millones las subidas para hacer frente a la inflación.
Los cierto es que el Tesoro se ha preparado en los últimos años para la normalización de la política monetaria. Se han reducido los riesgos de refinanciación, a través del alargamiento de la vida medida de la cartera, que ya es superior a los 8,15 años, lo que quiere decir que anualmente se refinancia solo alrededor del 15% de la cartera de deuda, unos 162.500 millones de euros.
En torno a un 44,5% de la cartera de deuda pasa a refinanciarse en el próximo lustro, cifra menor que en Francia, Alemania o Italia. Además, se han aprovechado los bajos costes de financiación, que están permitiendo que en 2022 el coste del stock de deuda se esté pudiendo reducir hasta el 1,6%, con el 68% del programa de financiación de 2022 ejecutado y se mantiene estable el porcentaje del inversores internacionales, en el entorno de 42%, con una ampliación y diversificación de la base inversora gracias a la emisión de nuevos instrumentos financieros, como los bonos verdes.
La inflación no ayuda al Tesoro
A esto hay que sumar que el Estado tiene en su balance 73.859 millones de euros de bonos ligados a la inflación europea, lo que supone un 5,5% del total de la deuda del Estado en circulación, que vencerá, previsiblemente mucho más cara de lo que el Tesoro tenía en mente y costará unos 2.000 millones más.
En 2021, según datos del Tesoro, se produjo el segundo vencimiento de una Obligación del Estado ligada a la inflación europea por un importe de 6.746 millones de euros, cuando la inflación de Europa cerró en el 5%, por lo que esta cartera ya se encareció el pasado año.
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