El Tesoro Público ha lanzado este martes su primer bono sindicado a 20 años por un importe mínimo de 10.000 millones, con una demanda que ha alcanzado los 78.000 millones de euros, por lo que sigue avanzando en su programa de emisiones de este año, revisado al alza en 100.000 millones de euros ante las mayores necesidades de financiación por la crisis de la covid-19.
Se trata de la primera vez que se lanza este tipo de referencia en España, según han confirmado a Europa Press en fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
El organismo encargó ayer a BBVA, Crédit Agricole, Citi, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Natwest preparar la colocación de una obligación sindicada a 20 años, con vencimiento el 31 de octubre de 2040, por un mínimo de 10.000 millones y las peticiones han alcanzado los 78.000 millones, según señala Bloomberg.
Tercera emisión sindicada durante la pandemia
Esta es la tercera ocasión durante la pandemia en la que el Tesoro lleva a cabo una emisión sindicada, ya que el pasado 24 de marzo realizó una colocación sindicada con la que obtuvo 10.000 millones con un bono a 7 años, y otra el pasado 22 de abril con la que captó 15.000 millones con un bono sindicado a 10 años.
Precisamente ha colocado este martes 6.885,81 millones de euros en letras a 6 y 12 meses, rozando el rango alto que se había marcado de 7.000 millones, y ha reducido notablemente los costes de emisión profundizando en los tipos en negativo en ambas referencias, al tiempo que ha registrado una demanda de 17.751,5 millones de euros.
El organismo ha realizado con éxito las últimas emisiones celebradas, reduciendo en la mayoría de los casos los costes de emisión, a pesar de la crisis y del aumento de los intereses en las colocaciones ejecutadas en la primera etapa de la crisis debido al aumento del endeudamiento. De hecho, el coste de la deuda en circulación bajó en la última emisión del 2%, marcando mínimo histórico, según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La crisis de la covid-19 ha elevado las previsiones de déficit y de deuda pública para este año a cotas históricas del 10,34% del PIB en el primer caso y al 115,5% del PIB en el segundo, incrementando notablemente las necesidades de financiación.