En septiembre los aeropuertos españoles y sus miles de pasajeros volverán a sufrir una huelga de Ryanair, y esta será la más larga de todas las convocadas hasta ahora. Los tripulantes de cabina (TCP) tienen previstos 10 días de paros el 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre, lo que podría provocar otro caos en el que será el cierre del verano.
El conflicto entre la aerolínea irlandesa y sus trabajadores viene de lejos. El primero de los problemas es que sus trabajadores cuentan con contratos laborales irlandeses pese a trabajar en España, lo que les impide acceder a sus derechos en nuestro país. Ahora a esto se suma ahora la intención de la compañía 'low cost' de cerrar bases en España -Gran Canaria, Tenerife Sur y Girona- y recortar los puestos de trabajo.
Ambas partes se han reunido en varias ocasiones para intentar llegar a un acuerdo, pero de momento ninguno de esos encuentros ha sido productivo y acumulan trece jornadas de huelga. Tal es la falta de entendimiento que los sindicatos acusan a la compañía de "mentir" sobre las causas del cierre de bases, que Ryanair achaca a la incertidumbre derivada del brexit, el encarecimiento del combustible y el retraso de los conflictivos aviones Boeing 737 MAX.
Tres huelgas efectivas y una desconvocada
Los tripulantes de cabina de Ryanair, representados por los sindicatos USO y SITCPLA, convocaron su primera huelga en julio de 2018. Duró dos días (25 y 26) y además de en el territorio español, se convocó paralelamente en Bélgica, Portugal e Italia. Se estima que se cancelaron alrededor de 400 vuelos y afectó a 50.000 pasajeros.
Tras estos paros, Ernesto Iglesias, responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo, señaló ante los medios de comunicación que no descartaban nuevas huelgas o movilizaciones: "No tenemos señal de que la compañía vaya a dar marcha atrás", decía. Días antes otra treintena de vuelos hacia y desde España también se suspendieron por una huelga de pilotos en Irlanda, que demandan subidas salariales.
El malestar llevó a los sindicatos españoles -junto a los italianos, portugueses, belgas y holandeses- ante la Comisión Europea en septiembre. Pero entonces tampoco consiguieron las reacciones deseadas y el 28 de septiembre llegó la segunda huelga del colectivo, con un seguimiento del 80% de los trabajadores, 100 vuelos cancelados y 17.000 afectados sólo en España.
Los sindicatos temen que el cierre de bases en España supondrá un recorte en su plantilla de hasta 500 pilotos y 400 tripulantes de cabina
Tres meses después, en diciembre, los sindicatos aseguraron que se había "agotado el plazo que le dieron a Ryanair para suscribir el documento preacordado entre ambas partes en la Dirección General de Trabajo" y convocaban la que iba a ser su tercera huelga para el 8, 10 y 13 de enero. En esta ocasión, ante "la consecución de un acuerdo" sobre los derechos de los trabajadores españoles, se suspendió.
Pero la historia no acabó ahí. Ahora USO y SITCPLA vuelven a convocar diez días de paros ante el cierre de las bases anteriormente mencionadas, que acarreará un recorte en su plantilla de hasta 500 pilotos y 400 tripulantes de cabina, según sus estimaciones. Los pilotos de Ryanair, a través del sindicato Sepla, darán a conocer en los próximos días si también convocan los que serían sus primeros paros.
Además, el acuerdo esperado por los tripulantes de cabina acerca de sus derechos laborales finalmente no se ratificó, y ahora alegan que lo que pretende la aerolínea con su último anuncio es esquivar la legislación española trasladando a algunos trabajadores a sus filiales 'low cost' (como Laudamotion, Ryanair Sun o Malta Air), sin representación sindical.
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