No se puede obligar a aceptar ofertas de trabajo basura porque si no la alternativa es tener que pasar hambre. Es el mensaje que lanzan fuentes del Ministerio de Trabajo en su enfrentamiento frontal con el Ministerio de Economía, al que acusan de estigmatizar a los parados y de plantear que en España la gente no trabaja porque no quiere y está todo el día defraudando en la economía sumergida.
Desde el Ministerio que lidera Yolanda Díaz insisten en que la reforma del subsidio de desempleo es una competencia de Trabajo que además aseguran que está ya negociada con la Comisión Europea. No sostienen que esté avalada por Bruselas pero sí que respeta el hito comprometido. Afirman que "no va a haber recortes", como ya destacó Díaz este miércoles en declaraciones a los medios en el Congreso.
Según su relato, las continuas fricciones con Economía han ido retrasando esta reforma, prepaarda desde hace casi un año, cuando desde el Ministerio que dirige Nadia Calviño se apunta a que este desencuentro estaría retrasando la petición el cuarto pago de fondos europeos por no contar con el aval de Bruselas.
Al contrario, en Trabajo sostienen que este componente 23 del Plan es competencia suya y que han mantenido 70 reuniones con los hombres de negro de la Comisión.
De hecho, ha recordado que esta reforma está pactada con el resto del Gobierno, ya que la contiene el acuerdo de investidura con Sumar, con lo que han señalado directamente a Economía y a Calviño, por motivos ideológicos, ya que les sitúan en este asunto próximos al PP y a la derecha.
El Ministerio niega que esta medida no sea asumible para las arcas públicas en un contexto de vuelta a las reglas fiscales y blande que hay un superávit de más de 4.000 millones en las políticas activas de empleo.
Cerca de 400.000 nuevos beneficiarios
La propuesta de Díaz incorporaría a 400.000 nuevos beneficiarios al subsidio, tras ampliar un subsidio que se sitúa en 480 euros para quien ha perdido la prestación, del que se van a eliminar aspectos burocráticos como el mes de espera e incluir a menores de 45 sin cargas. A fecha de hoy, unas 800.000 personas perciben ese subsidio.
Trabajo plantea que se cobre 660 euros los seis primeros meses, el 110% del IPREM; 540 los seis siguientes, el 90%, y a partir de entonces, el 80%, los 480 actuales.
Recorte del subsidio
La ley vigente establece que el rechazo de una oferta de empleo adecuada o de un curso de formación, sin causa justificada, por parte de un desempleo que cobra prestación puede sancionarse con la pérdida de la misma durante tres meses la primera vez, seis meses en una segunda vez y con la extinción si reincide en una tercera ocasión. La reforma que plantea Economía endurece este marco.
La idea del Gobierno con esta reforma del nivel asistencial, según ha planteado este lunes el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés en una jornada de EY, es "orientar todo el sistema de subsidios por desempleo hacia la reincorporación de los trabajadores al mercado de trabajo", teniendo en cuenta además la "escasez" de perfiles que han detectado tanto el Servicio Público de Empleo (SEPE) como el Banco de España en "muchos sectores", tanto de sectores de mano de obra muy cualificada como de sectores de menor cualificación.
"Hace años, con unas tasas de paro muy elevadas, el sistema de subsidios por desempleo incorporó elementos sociales de protección que, ahora, en el mercado de trabajo que tenemos hoy, tenemos cubiertos con el Ingreso Mínimo Vital (IMV)", explicó el secretario de Estado, que considera que "es el momento de hacer esta reforma" del nivel asistencial para activar a todos los trabajadores que están percibiendo un subsidio.
Esta reforma, según García Andrés, es "fundamental" y "la pieza que falta" después de la reforma de las políticas activas de empleo y de la nueva Ley de Empleo. "Esta pieza de políticas pasivas es fundamental para poder hacer efectivo esa reforma de las políticas activas", insistió.
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