El futuro del transporte en España será ferroviario o no será. Independientemente del resultado de las próximas elecciones generales, el tren será el gran beneficiado toda vez que los principales partidos que concurren a los comicios lo convierten en el gran protagonista de sus programas en materia de infraestructuras. Además del objetivo de culminar el desarrollo de la red de alta velocidad, algo recurrente en los últimos años, la mayoría de las formaciones, al margen de su ideología, coincide en la necesidad de reforzar los servicios de cercanías en las grandes ciudades y también de potenciar las líneas convencionales.
Los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el Gobierno, que posteriormente no pudo sacar adelante en el Parlamento, ya ponían el foco en el transporte ferroviario, adonde iba a parar gran parte de la inversión prevista para infraestructuras. No es de extrañar que el PSOE plantee en su programa un pacto de Estado en la materia que garantice precisamente el cumplimiento de estos planes.
En paralelo, el Partido Popular ofrece un plan nacional sobre infraestructuras con el horizonte en el año 2030, en el que el ferrocarril es el gran protagonista, sobre todo en lo referido a las redes de cercanías, a la que quiere convertir en "la forma principal de acceso a las grandes ciudades".
Se trata de una de las aparentemente sorprendentes coincidencias en esta materia entre el programa de los populares y el de Unidas Podemos, aunque no la única. La formación que lidera Pablo Iglesias también contempla la mejora de los servicios de la red de cercanías, con más líneas y frecuencias, aunque va un paso más allá en materia ferroviaria ya que propone convertir al tren en el "sistema prioritario de vertebración del territorio". El objetivo que persigue es que en el año 2030 la demanda ferroviaria de todos los municipios con más de 20.000 habitantes esté atendida.
PP, Podemos y la tarjeta única
La segunda y llamativa coincidencia entre ambos programas es la del proyecto de una tarjeta única para la utilización del transporte público que sea válida para todas las ciudades de España. Frente al simple enunciado del PP, Unidas Podemos especifica que sería gratuita para los menores de 26 años y contaría con un precio moderado para el resto y que estaría complementada con planes especiales para el entorno rural.
La formación morada es la única que no menciona en su programa la necesidad de completar la red del AVE, que marca una coincidencia en el resto de propuestas, aunque algunos partidos proponen revisar los proyectos que aún no se han iniciado, como es el caso de Vox, que también incluye en su programa un estudio sobre la red convencional para, en su caso, eliminar aquellas líneas que no sean rentables desde el punto de vista económico o social.
No obstante, tanto detalle sobre el presente y futuro del tren deja en el aire el de la carretera, pese a que durante el final de la legislatura el Gobierno abrió el debate sobre la posibilidad de implantar el pago por uso en las vías de alta capacidad con el fin de sufragar su mantenimiento y compensar el déficit acumulado en este capítulo durante los últimos años.
Las privatizaciones de Vox
En este sentido, el PSOE se limita a anunciar un incremento de la inversión pública para el mantenimiento de las infraestructuras (que ya se incluía en los PGE que no fueron aprobados por el Congreso), mientras que el PP pretende recuperar el Plan de Inversiones en Carreteras (PIC) anunciado por el anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como una de sus medidas estrella en materia de infraestructuras y que desterró el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Unidas Podemos sí hace mención al asunto de los peajes aunque no menciona un posible pago por uso de las vías. En concreto, la formación morada propone no renovar las concesiones de autopistas cuando venzan (una política que ya está llevando a cabo el Gobierno) y que éstas sean recuperadas por el Estado, que procedería a rebajar sustancialmente los peajes o incluso eliminarlos.
La mayoría de los partidos coincide asimismo en reforzar el papel de puertos y aeropuertos, aunque abordan esta cuestión de forma general, sin medidas concretas. La excepción en este sentido la marca Vox, que aboga por una nueva rebaja de las tasas aeroportuarias, en beneficio de la competitividad, y además incorpora en su programa la posibilidad de privatizar algunos aeropuertos regionales en función de su rentabilidad. Precisamente, Vox es el único partido que propone la entrada de capital privado en empresas públicas del Grupo Fomento a través de privatizaciones parciales.
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