El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) considera que las líneas ferroviarias de alta velocidad en el bloque comunitario son un "mosaico ineficaz" de líneas sin un plan realista a largo plazo y critica que los retrasos y sobrecostes son "la norma", según un informe publicado hoy.
El plan actual a largo plazo establecido por la UE para las líneas ferroviarias de alta velocidad tiene pocas probabilidades de completarse, según un documento elaborado por los auditores tras visitar seis Estados, entre ellos España, y analizar el gasto en más de 5.000 kilómetros de líneas de alta velocidad.
Según este análisis, la falta de coordinación entre los países hace que la red sea planificada y construida por cada Estado miembro de forma "aislada", lo que provoca que las conexiones sean malas.
Los auditores constataron además que pese al crecimiento de la línea ferroviaria, esta no alcanzará el objetivo de la UE de triplicar su longitud -hasta 30.000 kilómetros- para 2030.
"Las líneas de alta velocidad transfronterizas no constituyen una prioridad de construcción a nivel nacional y la Comisión no está facultada para hacer cumplir los proyectos, lo que reduce el valor añadido de la cofinanciación de la UE", afirmó el miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe, Oskar Herics.
Los auditores señalan que las decisiones de construir líneas de alta velocidad se toman "con frecuencia basadas en consideraciones políticas", sin hacer en general análisis sobre los costes y beneficios de las mismas, y cuestionan su gestión.
"Los sobrecostes y retrasos son la norma en lugar de la excepción", apuntan los auditores, que han calculado que el sobrecoste en las líneas estudiadas es de 25.100 millones de euros de media.
Además apuntan que los trenes no alcanzan el 45% de la velocidad máxima que pueden soportar y que cinco de cada diez líneas acumulan retrasos en su construcción de más de una década.
El 47,3% de las inversiones de la UE para alta velocidad fue para España, cerca de once millones de euros hasta 2017.
Además, España tiene la tasa de cofinanciación de la UE, que cubre un 26 % del coste total de construcción frente al 11% de media.
Sin embargo, el coste per cápita de la red en España es el más alto de la UE (1.159 euros). Al final de 2017 en España había 9.067 kilómetros de líneas de alta velocidad y están en construcción otros 1.671 kilómetros.
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