El grupo Baraka, del empresario Trinitario Casanova, ha entrado en la operación Chamartín, hoy conocida como Distrito Castellana Norte, con la compra, por 400 millones de euros, de los derechos de reversión a las más de 1.000 familias a las que en su día le fueron expropiados los terrenos, según ha podido confirmar EFE y ha adelantado El Confidencial.
Los expropiados y sus herederos solicitaron ante los tribunales la reversión de los terrenos al haber cambiado el uso que justificó su expropiación: la ampliación de la estación de ferrocarril de Chamartín.
En 1993 Renfe adjudicó a un consorcio liderado por Argentaria (posteriormente BBVA) la adjudicación de los terrenos expropiados por el Estado ubicados en el recinto ferroviario para nuevos desarrollos inmobiliarios.
Tras décadas de tramitación y modificaciones, el pasado abril se firmó el acuerdo definitivo para el desarrollo de la operación, que prevé la construcción de 10.500 viviendas y una edificabilidad de 2,6 millones de metros cuadrados.
En un comunicado, Baraka Capital Group ha informado hoy de que ha llegado a un acuerdo con los reversionistas de los terrenos de Chamartín para comprarles su derecho de reversión para desarrollar 1,2 millones de metros cuadrados.
"Con esta operación, que alcanza los cuatrocientos millones de euros, más de mil familias cobrarán por los suelos que les fueron expropiados hace más de dos décadas", según la misma fuente.
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