Uber no se da por vencido. El visto bueno que recibió en el Congreso el decreto ley sobre las licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) concedió, a priori, una victoria al taxi. Aunque su tramitación por proyecto de ley abre un período de incertidumbre que aprovecharán las plataformas para seguir dando guerra. Y Uber reta en uno de los sitios que más duelen, Barcelona.
Uber volvió a Barcelona el pasado mes de marzo con UberX, la alternativa de movilidad que conecta a pasajeros con conductores profesionales. "En estos primeros ocho meses, la demanda del servicio se ha multiplicado por tres y los tiempos de espera se han reducido hasta los 6 minutos de media", explica la compañía.
No obstante, Uber se encuentra con un problema añadido a este crecimiento, necesita más conductores. Las empresas que operan a través de la plataforma en Barcelona buscan incorporar de forma inmediata a 400 nuevos conductores.
Unos datos que Uber quiere seguir aumentando. "Con el objetivo de dar respuesta al gran crecimiento de la demanda en Barcelona, más de 200 nuevos vehículos empezarán a prestar servicio a través de Uber en las próximas semanas", afirman desde la plataforma.
Superan las previsiones
Juan Galiardo, director de Uber en España, celebra estos datos y se muestra muy satisfecho con la acogida que ha tenido UberX en Barcelona. "Los resultados están superando nuestras mejores previsiones y queremos seguir creciendo de la mano de Barcelona y de los barceloneses”.
Con la llegada de los nuevos vehículos, y después de observar cómo crecía la demanda en muchas ciudades cercanas a Barcelona, Uber ha decidido ampliar UberX en 28 municipios del Área Metropolitana, en el Vallès Occidental (incluyendo Rubí, Sabadell o Terrassa), y en la comarca del Maresme hasta Mataró.
Tender la mano al taxi
“Nuestro compromiso con Barcelona es firme. Queremos convertirnos en un aliado a largo plazo de todas las ciudades en las que estamos presentes y, para conseguirlo, es esencial la colaboración con el sector del taxi local", explica Galiardo.
Es más, la hoja de ruta de Uber incluye una alianza con el sector del taxi. "Como anunciamos recientemente, queremos abrir la plataforma de Uber al taxi en varias ciudades españolas, entre las que se cuenta Barcelona”, recuerda el director de Uber en España.
El taxi presiona al Congreso
Mientras, el taxi presiona al Congreso para que se frenen las indemnizaciones a Uber y Cabify en la tramitación como proyecto de ley de la regulación de vehículos de alquiler con conductor (VTC). Es decir, el sector no está por la labor de escuchar las propuestas de empresas como Uber.
La organización representativa de los taxistas de España, Fedetaxi, envió una carta a los parlamentarios donde se reclamaba que se revierta el plazo de cuatro años que el PSOE y sus socios de Gobierno conceden a las plataformas digitales y empresas de VTCs como indemnización.
Por otro lado, el taxi pide que se prevean medidas de compensación a los taxistas por haber sido los verdaderos perjudicados por la entrada desordenada de miles de autorizaciones VTC. Dos comunicaciones de ambos sectores que muestran que la guerra entre taxi y VTC continúa.
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