Los países de la Unión Europea lograron el lunes un acuerdo que asegura la ayuda macrofinanciera de 18.000 millones de euros a Ucrania para el próximo año y cuenta con el apoyo unánime de los 27, incluido Hungría, que impidió el acuerdo hace una semana para tratar de presionar a sus socios y evitar que le congelen miles de millones en fondos europeos. Sin embargo, los Veintisiete acordaron también congelar 6.300 millones de euros en fondos de Cohesión para Hungría por la falta de avances en la lucha contra la corrupción y el refuerzo del Estado de derecho que se le exige al Gobierno de Viktor Orbán, informaron a Europa Press fuentes diplomáticas. De este modo, los Estados miembro revisaron a la baja la propuesta inicial de Bruselas de congelar un 65% de los programas afectados, es decir, 7.500 millones, y fijaron la suspensión en un 55% por tener en cuenta las reformas que Hungría empezó a desarrollar este otoño. En su análisis, el bloque europeo considera necesario suspender estos fondos para proteger el Presupuesto comunitario de las fallas en materia de Estado de derecho en este país, en especial en lo que se refiere a la contratación pública, la eficacia de la acción procesal y la lucha contra la corrupción. La congelación de los fondos, contra la que solo Hungría votó en contra, responde a las conclusiones de Bruselas tras evaluar el impacto de las reformas adoptadas hasta noviembre por las autoridades húngaras y constatar que, pese a que el país ha tramitado medidas de calado, estas no eran "plenamente satisfactorias" ni resolvían las amenazas identificadas. A cambio de avalar parcialmente el Plan de Recuperación de Hungría, Budapest levantó su veto al tipo mínimo del 15%.
El acuerdo se logró en una reunión en Bruselas a nivel de embajadores que necesita aún el visto bueno formal de las capitales mediante procedimiento escrito que concluirá este mismo miércoles, a tiempo para evitar que el pulso de Hungría con sus socios en la UE se cuele en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno europeos este miércoles y jueves.
El acuerdo también supuso dar luz verde al plan de recuperación de Hungría, pero condiciona cualquier desembolso de los 5.800 millones para reformas e inversiones a que el Gobierno húngaro cumpla medidas específicas en materia de anticorrupción y Estado de derecho, condiciones directamente vinculadas a la congelación de los fondos regionales. En concreto, a las reformas inicialmente negociadas entre Budapest y Bruselas para lograr los objetivos de recuperación e inversiones, por ejemplo en materia energética y de descarbonización de su industria, se suman otros 27 "súper hitos" vinculados a reformas institucionales para fortalecer el Estado de derecho y que recogen expresamente las reformas que el Ejecutivo comunitario reclama a Hungría en el marco del mecanismo de condicionalidad por el que se le congelan los fondos regionales.
El cuarto elemento del acuerdo que los Veintisiete quisieron negociar como un paquete para hacer frente al bloqueo de Budapest ha sido el tipo mínimo del 15% del Impuesto de Sociedades de las grandes multinacionales, el llamado Segundo Pilar que se enmarca en la reforma de la OCDE para un tipo mínimo global. Se trata de asegurar que los beneficios de los grandes grupos o empresas multinacionales y nacionales con una facturación anual conjunta de al menos 750 millones tributen a un tipo mínimo del 15%. También en este punto se alcanzó un acuerdo por unanimidad, si bien las fuentes consultadas por Europa Press advirtieron de que el pacto se apoya en la "suposición" de que Polonia levante también sus reservas a este punto.
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