La UEFA permitirá finalmente que el Barça dispute la próxima Champions League pese al estallido del caso Negreira por los pagos del club al exnúmero dos de los árbitros españoles. La entidad que preside Aleksander Ceferin ha comunicado a los azulgrana su luz verde para disputar la Copa de Europa 2023/2024 tras analizar toda la documentación relativa a la investigación de la Hacienda y la Justicia españolas sobre los 7,5 millones en pagos del conjunto blaugrana al exvicepresidente de los árbitros.
El expediente que la UEFA ha resuelto a favor del Barça ha sido dirigido por Jean-Samuel Leuba a iniciativa del Comité Ejecutivo del ente europeo, también responsable del proceso contra los integrantes del proyecto de la Superliga ya en 2021. La investigación sobre el caso Negreira -que llegó a contemplar la exclusión del Barça de la Champions la próxima temporada acogiéndose a sus potestades- se ha visto mediada por un encuentro y conversaciones entre el abogado y presidente de Barça, Joan Laporta, y su par de la UEFA y colega de profesión, el esloveno Ceferin. Como fruto de esas conversaciones, el propio presidente blaugrana ha abierto la vía para abandonar el proyecto rupturista de la Superliga de Florentino Pérez, informó ya Vozpópuli.
Paralelamente, la labor de la Real Federación Española de Fútbol y del Gobierno de España habrían sido importantes en la decisión final de la UEFA, atendiendo a fuentes conocedoras. De acuerdo a los informantes consultados por este diario, los mensajes trasladados a Nyon sobre la gravedad de las investigaciones al Barça por presunta corrupción deportiva, entre otros fraudes en torno a los pagos, habrían diluido la certeza de un riesgo reputacional para la competición por la presencia de los blaugrana.
Y es que, según las mismas fuentes, el mensaje del Gobierno de España desde los resortes a su alcance ha sido que el proceso va para largo -la primera sentencia podría tardar años- y no hay certezas suficientes sobre la intencionalidad de alterar competiciones del club con los 7,5 millones en pagos al exvicepresidente de los árbitros entre 2001 y 2018. Así las cosas, la UEFA también ha sorteado el riesgo de tener que reembolsar al Barça más de 100 millones en compensaciones en caso de que el proceso judicial no prosperara.
El Barça deja en el aire su participación en la Superliga
Como parte del acercamiento a UEFA, Laporta ha abierto la puerta a una revisión de su posición en cuanto al proyecto de Superliga de Florentino Pérez -públicamente suscrito solo por el Real Madrid y el Barça- dependiendo de lo que diga la prejudicialidad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la legalidad o no del monopolio que ejerce la UEFA. El abogado general de la UE, por lo general seguido por el Tribunal, ha propuesto habilitar al ente europeo para que curse sanciones contra los impulsores de la competición alternativa...a las que se ha opuesto la Justicia española.
El Barça se ha apresurado a reconocer como posible un "retiro" de la Superliga tras la sentencia del TJUE, en un intento de apaciguar a Ceferin y evitar la exclusión discrecional de Europa para la temporada 2023/2024, que supondría un roto inmediato de 100 millones.
La sentencia del TJUE podría dilatarse hasta el último trimestre de este año pero, en cualquier escenario, no será el final del proceso judicial ni tiene por qué serlo de la Superliga como proyecto -el abogado europeo ya esgrimió que los clubes rivales de la UEFA tienen la potestad de iniciar una competición por su cuenta-.
No obstante, el Barça se ha apresurado a reconocer como posible un "retiro" de la Superliga, en un intento de apaciguar a Ceferin y evitar la exclusión de Europa para la temporada 2023/2024, que hubiera supuesto un roto inmediato de 100 millones.
En esa misma línea se ha enmarcado la para no pocos sorprendente retirada del Barça del proceso judicial que lidera Florentino contra el acuerdo de LaLiga con el fondo CVC Capital Partners tras un año de palancas económicas de la mano de socios del mandatario merengue.
Retirada pública
Como ya informó este diario, la maniobra de Laporta no conllevaría una ruptura total con Florentino sino que seguiría la estela de los demás equipos de la Superliga que se han desmarcado públicamente del proyecto sin por ello romper sus lazos contractuales con la empresa promotora.
El mandatario blaugrana llegó a informar de una posible penalización de 350 millones de euros para quien abandone la empresa del grupo promotor de la Superliga, si bien apuntaba que los blaugrana estarían exentos en tanto los socios compromisarios no votaran a favor del proyecto. Esto último ha suscitado discusiones jurídicas internas: el president sí que pidió -y aseguró públicamente haber obtenido- el "aval" de los socios compromisarios, alegando la falta de un formato concreto de Superliga para no ver necesaria la realización de una votación.
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