Economía

Álvarez contra Cilleros, juego de tronos en UGT

La batalla por la sucesión de UGT se librará finalmente entre sólo dos candidatos después de que el más benjamín, Gustavo Santana, no haya logrado todos los apoyos que esperaba. El catalán Josep María Álvarez y el protegido de Méndez, Miguel Ángel Cilleros, pelearán solos en la última jornada.

Este viernes se conocerá el sucesor de Cándido Méndez en el codiciado trono de UGT después de 22 años no exentos de polémica. Y sólo dos de los tres aspirantes parecen tener opciones para conseguirlo: el actual secretario general de UGT-Cataluña, Josep María Álvarez, y el secretario general de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, Miguel Ángel Cilleros. El tercero en discordia, el canario Gustavo Santana, ha anunciado que abandonado la lucha este viernes después de no haber conseguido todo el apoyo que esperaba de los delegados del sindicato.

En un último intento para adelantar a Álvarez y a Cilleros, Santana había intentado rebajar los requisitos que exige UGT para poder ser candidato (un aval del 25% de los delegados), pero aunque saliera adelante esta propuesta, el nuevo porcentaje no empezaría a aplicarse hasta el próximo Congreso Confederal. Santana ha obtenido un 10%.

Álvarez lleva 26 años al frente de UGT Cataluña y aspira hacer grandes cambios en UGT para "adelgazar la cabeza del sindicato y hacer que los recursos lleguen a las extremidades", como él mismo ha dicho en alguna ocasión. Además, quiere abandonar la política del "buenismo" para hacer una gestión económica totalmente trasparente. Ha sido criticado por diversos sectores por su defensa del derecho a decidir en Cataluña, aunque él siempre ha dicho que espera que Cataluña "se quede" y encuentre el punto de equilibrio con España.

El propio Méndez, que siempre se ha mostrado más partidario de Cilleros discretamente, lanzó algún dardo envenenado a Álvarez en su discurso de despedida. Dijo que quien debe decidir es el pueblo español y llegó a afirmar que España no llegará a un "mejor destino" si se rompe en plena globalización. De hecho, defendió claramente la Constitución actual al asegurar que cualquier cambio debe hacerse dentro de los límites que permite la Carta Magna.

Cilleros, por su parte, es el candidato más oficialista, aunque él públicamente lo niega. Quiere hacer de UGT un sindicato más ágil y moderno, con unas estructuras más delgadas y una participación superior a la actual. Un sindicato "participativo y cristalino", como ha defendido en varias ocasiones durante los días previos al Congreso.

En lo que sí coinciden los dos es en la necesidad de derogar la reforma laboral y potenciar el sindicato. Además, quieren limpiar la imagen de UGT, salpicada por el caso de los ERE's de Andalucía y las 'tarjetas black', y demostrar la necesidad de que España cuente con buenos sindicatos. "Los sindicatos son como el aire, no se notan hasta que faltan", dijo Méndez el otro día.

De hecho, aún hay posibilidades de que Álvarez y Cilleros lleguen a un acuerdo y acaben presentando una candidatura conjunta. En cualquier caso, el nuevo líder sindical tendrá que afrontar la reducción de la estructura de UGT a la mitad, puesto que el sindicato quiere reducir a tres las seis actuales federaciones estatales. 

La gestión de Méndez consigue el respaldo del 97,53% del sindicato 

En la sesión de ayer, el Congreso aprobó con 552 votos a favor, 6 en contra y 8 abstenciones la gestión realizada por la Comisión Ejecutiva Confederal durante estos últimos tres años. De esta forma, Méndez 'cuelga los hábitos' respaldado por el 97,53% del sindicato y deja paso al siguiente.

Además, se aprobó la gestión del Comité Confederal con el 98,78% de los votos, la gestión de la Comisión de Garantías con el 97,89% y la de la Comisión de Control Económico con el 98,93%. Una vez finalizadas las votaciones, la Mesa del Congreso abrió el plazo de presentación de las candidaturas, que se extenderá hasta las 17.00 horas de hoy y se constituyeron las comisiones de trabajo que debaten el programa de acción del sindicato para los próximos cuatro años y la nueva estructura interna.

Este Congreso, el número 42 en los años de historia de UGT, tiene como objetivo establecer las líneas generales de la política sindical de la organización, analizar la gestión de los órganos confederales, establecer las normas del funcionamiento del sindicato y elegir a los miembros que integrarán la Comisión Ejecutiva Confederal, la Comisión de Garantías y la Comisión de Control Económico. 

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