El encarecimiento de la vida se nota, especialmente, a la hora de hacer la compra. De media, los productos que se adquieren en el supermercado se han encarecido un 25% respecto a 2019. Y el esperado descenso en los precios, al haberse reducido los costes energéticos para productores y distribuidores, no termina de llegar.
Sólo 11 de un total de 60 alimentos y bebidas bajaron de precio en abril, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, bajaron las categorías de 'otros aceites comestibles' (-4,4%), las frutas frescas o refrigeradas (-4,2%), las legumbres y hortalizas frescas o refrigeradas excepto patatas y otros (-2,6%), la mantequilla (-0,9%), otros productos lácteos (-0,6%), los frutos secos (-0,4%), el azúcar (-0,2%), el yogur (-0,2%), la leche desnatada (-0,2%), productos a base de cereales (-0,2%), y las patatas chips (-0,1%).
Los mayores encarecimientos se concentraron en los helados, que subieron un 4% sólo en abril, en las patatas (2,8%), en la carne de porcino (2,7%), en el aceite de oliva (2,6%), en los huevos (2,2%), y en el pescado fresco o refrigerado (2,1%).
En términos generales, los alimentos se encarecieron en abril un 0,3% respecto a marzo. Son ya 19 meses consecutivos de subidas. Y aunque éstas parecen haberse moderado (en marzo los alimentos se encarecieron un 1,1%), el hecho de que los precios no bajen hace que actualmente la compra en el supermercado sea la más cara de la serie del INE que arranca en 2002.
Más allá de los alimentos, los precios del resto de bienes y servicios tampoco bajan. En el último mes, entre abril y marzo, los precios de todos los los bienes y servicios que componen el IPC subieron, de media, un 0,6%. Y si se excluyen los precios energéticos y de alimentos frescos (inflación subyacente), la subida ha sido aún mayor, del 1%.
Lo que más subió en el último mes fueron los hoteles (17,2%), la ropa de niño (13,7%) y los paquetes turísticos internacionales (13,7%). Lo que más bajó, el gas natural (-10%).
La inflación general (variación anual del IPC) volvió a subir en abril hasta el 4,1% tras el 'respiro' de marzo, cuando bajó al 3,3% por el efecto base (los precios ya subieron un 9,8% en marzo de 2022 por la guerra en Ucrania). Por su parte, la subyacente bajó al 6,6%, como había avanzado el INE.
Respecto a abril del año pasado, las mayores subidas acumuladas se concentran en los alimentos: el azúcar (49,6%), la mantequilla (31,2%), la leche (27,5%) y las salsas y condimentos (26,3%). Las mayores bajadas se localizan en el transporte combinado de viajeros (-47,7%), la electricidad (-36,2%) y los combustibles líquidos (-24,8%).
Sólo un 20% de los bienes del IPC suben menos del 2% (el objetivo fijado por el Banco Central Europeo), cuando lo normal es que alrededor de un 60% de la cesta de productos y servicios que componen el IPC tengan una inflación igual o inferior al 2%. Por tanto, aunque no todos los componentes pesan igual en el IPC, lo que condiciona la inflación media que guía la política monetaria, aún queda camino por recorrer.
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