Economía

De residuo tóxico a tener una nueva vida: el 'arte' de transformar 12 toneladas de aceite usado en energía

El 74% del aceite industrial usado recogido en la Comunidad de Madrid durante el pasado año se destinó a 'regeneración', un "tratamiento que permite convertir el residuo en lubricantes"

  • Un bote de aceite industrial -

En un mundo de 8 millones de personas, la sostenibilidad y el reciclaje, más allá de obsesiones ideológicas, es importante; quizá deberíamos actuar como hacían nuestros abuelos, claro ejemplo de lo que verdaderamente es cuidar el planeta. Este tendría que ser nuestro futuro, aunque para algunos, concienciados de que volver a acciones del pasado es lo fundamental para 'salvar' el planeta, ya es el presente: reutilizar o morir, podría ser su lema.

Este es el caso, por ejemplo, de una empresa española que ha conseguido convertir 12.000 toneladas de aceite industrial usado en nuevos lubricantes y energía. Todo un arte. El objetivo de esta empresa es que el contaminante óleo usado encuentre una segunda vida a través de la economía circular, alargando su utilidad y reduciendo la contaminación que produce.

Según los datos que manejan, el 74% del aceite industrial usado recogido en la Comunidad de Madrid durante el pasado año se destinó a 'regeneración', un "tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes". Gracias al residuo regenerado fue posible producir más de 5.000 toneladas de nuevos lubricantes, evitando así el consumo de 2,6 millones de barriles de petróleo y la emisión a la atmósfera de cerca de 6.000 toneladas de CO2. El 26% restante usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo. 

Este hito es idea la empresa Sigaus, "una entidad sin ánimo de lucro encargada de reciclar el aceite industrial usado que se genera en España procedente de los vehículos y la maquinaria", un residuo potencialmente muy contaminante (si no se gestiona correctamente), "porque durante su uso es sometido a fricciones y altas temperaturas generando sustancias tóxicas y metales pesados como cromo, cadmio o plomo que entrañan un alto riesgo tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas", explican a este periódico fuentes expertas de la empresa.

El proceso es arduo pero eficaz. Una vez recogido, el aceite usado es sometido a dos tipos de tratamiento. El principal, por ser el mayoritario y prioritario desde el punto de vista ambiental, es la regeneración, que consiste en convertir el aceite usado en nuevo lubricante. Este tratamiento es complejo y costoso, y está basado en distintos procesos físico-químicos para separar la base lubricante del agua, los sedimentos y otras sustancias nocivas que se han acumulado. Más de las dos terceras partes del aceite usado recuperado se destina a este proceso, puesto que la regeneración es el tratamiento prioritario por ley, debido a que es ambientalmente más favorable.

Cuando no es posible la regeneración del aceite usado debido a que en su composición existe presencia de agua u otras sustancias, se somete a un tratamiento complementario denominado valorización energética. A este proceso se destina el tercio del aceite usado generado restante. Gracias a la valorización energética se produce un combustible de uso industrial similar al fuel oil, que es utilizado en plantas cementeras, papeleras, etc.

La importancia de reutilizar el aceite usado

¿Por qué es importante reciclar el aceite, tratando de darle una segunda vida? Porque debido a su baja biodegradabilidad, un solo litro usado puede contaminar hasta 1 millón de litros de agua, y sus componentes nocivos pueden perdurar en el mar entre 10 y 15 años.

En 2022, cerca de 7.000 establecimientos madrileños de todo tipo generaron 14.156 toneladas brutas de aceites industriales usados. Desde que se creó esta empresa, hace ya 16 años, han tratado más de 2,2 millones de toneladas de aceites usados. "En estos 16 años, se ha evitado la emisión a la atmósfera de más de un millón de toneladas de CO 2 gracias al tratamiento del residuo mediante su regeneración", explican los expertos.

Además, la regeneración de aceite usado gasta menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de lubricantes de primer refino. En este sentido, la regeneración del aceite usado evitó la emisión a la atmósfera de 5.839 toneladas de CO 2.

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