Desde una perspectiva de izquierdas, de histórico militante del PSOE y líder sindical en UGT, el exministro de Trabajo Valeriano Gómez se enfrenta enérgicamente al proceso de remunicipalización de servicios públicos empezado por algunos ayuntamientos de la órbita de Podemos y liderado por Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona: "No es cierto el discurso que dice que todo va a estar mejor, todo al mismo tiempo. Ese discurso suele ser falaz y suele llevar a decepciones".
Gómez ha escrito junto a Ramón Tamames y otros economistas un libro en contra del proceso que se está produciendo. "Hay demasiada carga ideológica, poca evidencia científica y poca transparencia, en España tenemos magníficos ejemplos de gestión pública y también buenos ejemplos de gestión privada". El exministro reconoce que no todos los casos de municipalizaciones son iguales, y que por ejemplo algunos casos como la nueva empresa pública funeraria en Madrid "provienen de casos muy cuestionables y que han estado judicializados por razones penales y no administrativas. En muchos momentos se ha mezclado y han estado presentes procesos de privatización con inmensos procesos con carga de corrupción". Sin embargo, eso no quiere decir que no sea posible "colaborar en intereses públicos y privados en buena parte de servicios con una sociedad mixta, donde quien decide siempre es el ayuntamiento".
El exministro socialista se niega a pensar que el servicio público 'per se' es mejor, como tampoco el privado. "Si hay algo que se hace mal, que se diga, pero lo que no es razonable es decirle a los ciudadanos que los trabajadores que ahora prestan servicios municipales en entidades privadas van a estar mejor, que se va a prestar el servicio con mejor calidad y que además las tarifas van a ser más bajas. Esto no existe. Los Reyes Magos, en economía, no existen".
En el caso del servicio público del agua, asegura, "tenemos casos muy buenos de gestión privada, así que hay que analizar caso por caso porque la competencia es municipal y por eso es importante hacer una evaluación caso a caso, ayuntamiento a ayuntamiento".
"Carmena no quiere subrogar"
Gómez destaca lo que ha pasado con la subrogaciones de polideportivos en Madrid: "Ahora hemos visto que el ayuntamiento se ha negado a subrogarse. Esto no tiene ningún sentido. Si estamos diciendo que tiene que haber estabilidad en el trabajo, no puede ser que el ayuntamiento, cuando recupere un servicio que estaba en gestión privada. no se quede con los trabajadores. Pero si el ayuntamiento se subroga en esos trabajadores tiene que someterse por razones legales a un proceso de acreditación de su capacidad, y esto no es sencillo en muchas ocasiones. Hay que pasar pruebas y una cierta oposición y esos trabajadores en muchas ocasiones sufren un auténtico via crucis".
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